El sexting como puerta del ciberacoso
El sexting consiste en el envío de fotos o vídeos de tipo sexual, tomadas por nosotros mismos, a otras personas por medio nuestro celular. Ustedes saben, lo que muchas personas hacemos cuando utilizamos aplicaciones o portales web para ligar o cotorrear.
En la mayoría de las ocasiones no tiene por qué ocurrir nada. ¡Bueno, sí! Si tenemos suerte habremos tenido sexo muy rico. Lamentablemente, no todo el mundo es de fiar, ni todo el mundo actúa de buena fe.
En el peor de los casos podríamos encontrarnos con varias situaciones bastante comprometidas, dependiendo del nivel y tipo de información compartida. Te contamos sobre algunas:
- Pérdida de los derechos sobre las fotos: Cada vez que compartimos una foto o vídeo en redes sociales, debemos tener muy claro que esa imagen deja de pertenecer a nuestra vida privada y que puede caer en malas manos. Para empezar, al compartir una foto, estás dando permiso al medio social para usarla a nivel mundial. Así mismo, dependiendo de los ajustes que tengamos puestos, este material podría ser accesible por cualquier persona. Esto puede ser un fastidio e incluso podemos perder el control del contenido compartido, aunque, normalmente, esto se soluciona eliminando el material.
- Violación de nuestra intimidad: La cosa se complica si el material que hemos compartido puede comprometer nuestra intimidad, como, por ejemplo, fotos con desnudos, actos sexuales, orientación sexual, estado serológico, etc. En este caso, otras personas pueden llegar a enterarse o ver cosas que no queramos que vean.
¿Qué puedo hacer para evitarlo?
Lo primero es tener cuidado con la información e imágenes que comparto durante el sexting. No podemos desconfiar de todo el mundo, siendo honestos, si lo hiciéramos nadie utilizaría las redes sociales. Pero sí podemos controlar lo que compartimos.
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