Taylor Swift New Romantics
Taylor Swift New Romantics suena.
09:30 de la mañana y estoy por primera vez en la puerta de tu casa, pulso el botón del timbre y enseguida sales. Con esos ojos café tan hermosos, tan llenos de vida y que me dicen todo y se complementan con tu sonrisa. Tu indescriptible sonrisa.
Me abrazas, no queremos soltarnos pero el tiempo es oro. Un avión para volar a Vancouver nos espera.
Subimos al auto que conduce Joachin el ‘viejo’ amigo de mi madre que existe en mi vida desde que tengo uso de razón. Es un caballero, un ser de amor que atina a saludarte y preguntarte:
—Buen día, ¿cómo se encuentra?, ¿puedo empezar a conducir?
—Buenos días, señor. Sí, podemos irnos.
Mientras tu madre va quedando atrás pero con su hermosa sonrisa nos grita, «Adiós, cuídense, pásenla superbién».
Tomo tu mano.
Taylor Swift New Romantics
We show off our differente scarlet letter. Trust me, mine in better. We’re so young, but we’re on the road to ruin.
Baby, we’re the new romatics. Come on, come along with me.
Heart break is the national anthem. We sing it proudly. We are too busy dancing.
Amamos la canción, en sí amamos a Taylor Swift porque somos más swifties que Travis Kelce.
El camino de tu casa al aeropuerto es corto. Cantamos, apenas y nos damos un beso. Somos dos personas muy tímidas, pero juntas. Por fin. Pasaron dieciocho meses para este momento. Qué más da.
‘Cause baby, I could a castle. But every night with us is like a dream.
El primer viaje de muchos
Vuelo en tiempo, sin demoras. 13:30. Nuestro primer viaje donde somos tú y yo, ¿nosotros, ¿recuerdas? Seguro sí.
Para ti y para mí los últimos meses han sido verdaderamente agotadores. La maestría, tus clases de arte, las citas con las galeristas. Atender nuestra salud física y mental, aprender el amor con paciencia, ya sabes, cocinando a fuego lento.
Siete horas después comienza el descenso. Tenemos muchísima hambre pero debemos llegar al hotel para el check-in. La temperatura marca 3°, te abrazo muy fuerte y vuelvo a sentir el calor de tu cuerpo y tu aroma. Único, a Si de Armani.
Check-in y mucha hambre. En ese orden. Buscamos un lugar donde comer algo, habíamos revisado decenas de reseñas, pero queremos café.
¿Cuántas veces soñamos con el primer café en Vancouver? El primer café, el primer beso, el primer abrazo y las primeras lágrimas.
Sí, mi vida no la entendería sin esos sentimientos a flor de piel por sentirme en completa plenitud. Justo como en estos momentos donde somos nosotros. Lejos del ruido. Del ruido impetuoso que nos causaba tanta zozobra durante todos estos quince o veinte meses pasados.
El parque Stanley
El parque Stanley está a diez minutos caminando. Es uno de los lugares que más queríamos conocer de la mano.
No hay muchas palabras. Somos nosotros, pero siempre con timidez.
A lo lejos, como será el concierto de Taylor Swift y está lleno de jóvenes que asistirán como tú y yo a su show, escuchamos You are in love. Otra de nuestras favoritas. Nos apretamos fuerte de la mano y seguimos.
Tu sonrisa es una de las Octavas maravillas del mundo sino no entiendo como es que brilla tanto y alumbra hasta mis propios días de oscuridad.
El parque Stanley en sí es una belleza. Inmenso, repleto de árboles de maleza abundante, también muchas hojas en los pasillos. El murmullo de muchos niños, amo a los niños que sonríen muy alto, ruidosamente.
Caminamos una hora. Mis achaques, —ya sabes— y mi rodilla nos piden un descanso.
Los besos que sí te di
Tu 1.61 y mi 1.81 son la Distancia perfecta, como diría Daniela Calle.
Una banca un poco alta, más de lo normal sí. Me urge sentarme, ¿recuerdas que soy un viejito?
El frío es más intenso. Quizá cero grados. Pero mis brazos están ya solo para ti.
Desde el 8 de noviembre de 2024 quería fundirme en ese abrazo. No hay palabras. Nosotros. Tú y yo.
Tus ojos café y tu cara helada pero un tanto rosita por tanto frío. Tu piel es tan blanca que se enrojece del frío. Pero ahí estoy yo, siendo el ser humano que desde el día uno ha querido cuidarte, protegerte, amarte, admirarte, contenerte y aprender de ti.
Mi cuerpo está reposado de cierta forma que mi cara queda justo a la altura de tu cara. De tus ojos. De tus labios.
Nuestras bocas huelen a mucha menta fresca
Finalmente se encuentran nuestros labios. Pero sobre todo nuestras bocas. Es el paraíso en la tierra.
Apenas y podemos respirar. No contenemos más la emoción, mucho menos la timidez, no hay espacio entre tu ser y el mío. Tu boca y mi boca. El aliento de los dos es uno. Sabes a amor. Amor bonito.
Genuinamente tu boca y mi boca son los mejores amigos sino no entiendo ¡cómo hay tanta química! ¡Cómo hay tanta magia! ¡Cómo hay tanta complicidad!
Inexplicable, quizá sí. Pero solo ante los ojos de los cobardes o incrédulos. Y tú y yo, seremos —casi todo—menos cobardes, mucho menos incrédulos.
No hay más «veremos cuándo», «un día de estos», «vas muy rápido».
Taylor Swift, tú, yo, ‘Enchanted’ y los besos que sí te di.
Los besos que nunca te di quedaron atrás.
Tus ojos, tus benditos ojos, mi paz, mi sitio.
El amor sucedió, sucede, sucederá.
Taylor Swift and New Romantics
Los chats hasta las tres, cuatro o cinco de la mañana quedarán en nuestros corazones. Con esas repetidas despedidas, casi interminables.
Taylor Swift por siempre en nuestras vidas. En nuestro nosotros.