Veinticinco años de tradición, participación masiva, embajadores fabulosos, marchas reivindicativas, horas y horas de fiesta… el evento LGTB con más historia de Inglaterra se ha ganado un hueco en el corazón de la comunidad gracias a su ilimitado abanico de eventos.
A lo largo de tres días, la ciudad de Manchester se encarga de enarbolar la bandera arcoíris. Unos colores que se pueden ver en las calles de la ciudad, en el mobiliario urbano, y en multitud de camisetas, pancartas y demandas de las diferentes asociaciones LGTB.
Una propuesta que cada año suma más participantes. Un evento que consigue que la fiesta y la conciencia vayan de la mano para transformar el gris cielo de Manchester en un festival con sabor a diversión, tolerancia y activismo.