Si la semana pasada Tel Aviv se tiñó, de manera literal, con los colores LGTB gracias a la celebración del Tel Aviv Parade, el domingo se celebró el día más importante de esta semana de celebración y reivindicación.
Y es que más de 100.000 personas quisieron participar de la tradicional marcha con la que se cierra esta orgullosa semana. De este modo, el paseo marítimo de la ciudad se impregnó con el sabor de la libertad y la diversidad: familias homoparentales, carrozas espectaculares, lesbianas guerreras, diversión sin freno…y un hueco especial para el activismo.