Alimentos para engordar los músculos
Aunque hay que hacer un consumo moderado debido a su alto contenido en grasa, el queso curado es un alimento con un gran aporte de proteínas (unos 32 gramos por cada 100 gramos de producto). Y según esté más o menos curado su cantidad de proteínas aumenta o disminuye.
Una buena alternativa al queso curado, para los que no quieran meterse mucha grasa al cuerpo, puede ser el queso desgrasado con un aporte más bajo de grasas y con un alto contenido también en proteínas (un 39 por ciento).
Otros quesos como el de bola, emmental o gruyere, aunque en menos cantidad, también contienen un alto nivel de proteínas.
Para los más vegetarianos, la soja, presente en el mercado de muy diferentes formas: leche, harina, aceite, tofu, legumbres, etc. es un alimento que contiene unos altos niveles de proteína.
Tanto es así que la soja suele convertirse a menudo en el principal sustituto de la carne. Cien gramos de soja aportan treinta y cinco gramos de proteínas, quince gramos más que la misma cantidad de carne.
Ricos y energéticos los frutos secos son uno de los alimentos más beneficiosos para el organismo. Así, mientras que las nueces son buenas para el bienestar del corazón, las almendras lo son para mantener los músculos a tono. Y para ellos basta con comer un puñado de almendras al día.
Además de su alto aporte proteico, los nutrientes de las almendras, entre ellos el zinc, ayudan a metabolizar mejor el aporte de proteínas del resto de los alimentos.
Y por si esto fuera poco, están considerada un buen potenciador del apetito sexual.
Conseguir ese cuerpo musculado, fibrado y deseado no es cuestión sólo de pasarse horas y horas en el gimnasio dándole a las pesas, e inflarse a batidos, tortitas y grasas. A veces, el éxito reside en la constancia, la paciencia y una buena alimentación.
Y si de alimentación hablamos, hay algunos alimentos que por sus nutrientes y componentes pueden ayudar al crecimiento progresivo de los músculos, aunque tú no te des cuenta. ¿Quieres saber cuáles son?
¡Toma nota!
Ya sea en huevo frito, cocido, revuelto o en tortilla, los huevos son un alimento muy rico, energético, fácil de preparar y con muchas proteínas.
Por eso, el huevo se convierte en un alimento esencial para el engordamiento progresivo de los músculos.
Además, su valor calórico es muy bajo siendo compatible con casi todas las dietas.
Es uno de los alimentos más sanos y esenciales en la dieta diaria. Sin embargo, son muchas las personas que dicen no gustarle el pescado. Pero guste o no guste el pescado es uno de los alimentos más ricos en proteínas (el salmón, por ejemplo, contiene unos 25 gramos por 100 gramos de ración), en grasas cardiosaludables y omega 3, y con un bajo aporte calórico.
Si no eres mucho de escamas, lo mejor es optar por los llamados pescados blancos -más suaves y bajos en grasas- como la merluza, el bacalao o el lenguado. Y si aún así no te gusta, una buena alternativa puede ser el atún en lata, muy rico y combinable con todo tipo de alimentos.
Al igual que el pescado, el pollo es quizá el alimento de origen animal que más proteínas aporta. Además, es una carne baja en grasas y en colesterol. En sólo 100 gramos de carne magra de pollo (la de menor grasa) se encuentran 31 gramos de proteína y 4 gramos de grasa.
La cantidad de proteínas del pollo varía según la parte consumida. Así, por ejemplo, la pechuga de pollo es mucho más proteica que los muslos de pollos. Asimismo, el tipo de cocinado también puede influir en un mayor o menos aporte de proteínas. El contenido proteico del pollo hervido es del 29 por ciento mientras que en el asado se reduce hasta el 18 por ciento.
A esto hay que sumar que el pollo es además un alimento muy rico en zinc y hierro así como en vitaminas y ácido fólico.
No sólo es una fuente muy rica en calcio y vitaminas sino también muy baja en grasas y sobre todo, muy rica en proteínas (unos treinta, cuarenta gramos por litro).
Según sea la leche, entera, semi o desnatada y la cantidad diaria ingerida, el aporte proteico será mayor o menor.
Dada la gran variedad de tipos de leche que existen en el mercado, una buena alternativa puede ser la leche de almendras, debido al alto contenido de proteínas que contienen también las almendras.