Visionario, gay, obsesivo, genio… La historia de ‘El quinto Beatle’

‘Love Me Do’, ‘She Loves You’, ‘I Wanna Hold Your Hand’… la inmensa lista de éxitos planetarios que firmaron los Beatles le deben una buena parte de su estátus a la figura del hombre que, estando detrás del escenario, se convirtió en el quinto miembro de la banda: Brian Epstein.

Y es que sin la presencia de este visionario de la música, los Beatles no hubiesen montado la revolución musical que llevaron a cabo en la década de los sesenta. Epstein, miembro de una familia acomodada y con una posición ventajosa en el mundo de la música, se enamoró de este grupo la primera vez que los escuchó en la mítica ‘The Cavern’. Ahora bien, en esos momentos, el cuarteto de Liverpool no tenía nada que ver con la banda que terminó diseñando su manager.

Un contrato, poco más de 20 años y un futuro por delante para conquistar el mundo. Epstein fue el encargado de modelar a los Beatles que hoy conocemos. El manager pronto convence a la banda de crear una imagen de marca y para ello transforma su estilo. El cuarteto deja de comer y fumar en el escenario, los vaqueros y las chaquetas de cuero se sustituyen por trajes, los tupés por unos cortes de pelo que se han terminado convirtiendo en un símbolo de la música pop a lo largo de décadas… incluso, Epstein, inventó su famoso saludo sincronizado al final de cada actuación.

Todavía hay más, Epstein no se quedó solo en un cambio estético, sino que consiguió trazar una línea de marketing totalmente novedosa para la época y que iba desde la creación de muñecos de la banda a pedir miles de discos que luego tenía que regalar para que los de Liverpool ascendieran puestos en la listas de ventas. Todo para hacer realidad su sueño: que los Beatles consiguiesen ser más famosos que Elvis.

Un retrato de los sesenta

El cómic refleja a la perfección una década de cambios constantes. El asesinato de JFK, el Liverpool más industrial, el incipiente capitalismo salvaje que se apodera del mundo de la música (reflejado de manera perfecta en un delicioso pasaje entre Brian Epstein y el manager de Elvis, conocido como ‘El coronel’ -ahí es nada-), el entender la homosexualidad como si se tratase de una enfermedad por la comunidad médica… todos los temas van fluyendo a ritmo de pop y se acaban fundiendo con la historia de la banda.

Merece la pena detenerse en el enfoque de la homosexualidad en este cómic. Epstein, un hombre pasional, obsesivo y de constantes contradicciones, tiene clara su sexualidad y no solo la acepta sino que se siente cómodo con ella.

Pero no ocurre lo mismo con las leyes inglesas. Epstein sólo revela su homosexualidad a sus más allegados puesto que tiene miedo de que la justicia británica le acuse de ‘indecencia grave y perversión sexual’ -no hay que olvidar que Alan Turing había sido sometido a la castración química por reconocer su homosexualidad en 1954-.

Con la comunidad científica ocurre lo mismo, cada vez que Epstein visita a su médico de confianza, éste le desliza unas pastillas para lo que denomina ‘su otro… problema’.

Sin embargo, fuera del establishment (que por definición es siempre conservador), hay una mayor aceptación del colectivo. Son los sesenta, década del flower power y del cambio y de alguna manera la homosexualidad se convierte en una metáfora del Rock and Roll por situarse en el terreno de lo disidente.

Arte y ensayo

Las 168 páginas que componen esta historia comparten un sentido artístico y estético envidiable.  El guión de Vivek J. Tiwary consigue deslizarse con suavidad por los excepcionales dibujos de Andrew C. Robinson y Kyle Baker -que se encarga del viaje bañado en ácido que los ‘Fab Four’ hicieron a Filipinas dentro de su primera gira mundial-.

Los lápices de Andrew C. Robinson son de una precisión casi fotográfica. El dibujo guarda un espíritu muy pop, con una paleta de colores donde abundan los tonos pastel. La composición de las viñetas es simplemente genial. El cómic combina páginas vertiginosas con láminas deliciosas que componen un todo que estimula todos los sentidos.

Creo que The Beatles no deberían casarse nunca, pero algún día lo harán. Y puede que yo también, algún día…’’ Brian Epstein, (1964)

Los creadores de ‘El quinto Beatle’ han forjado una alianza espiritual y económica con la campaña Freedom to Marry, iniciada para conseguir el matrimonio igualitario en los EEUU y para acabar con la discriminación federal contra el colectivo LGTB. Al final del cómic aparece una emotiva carta de uno de los artistas del noveno arte que más y mejor han sabido sumergirse en el mundo LGTB: Howard Cruse.

En el pequeño texto, el creador de ‘Stuck Rubber Baby’ crea acertados paralelismos entre su vida y la de Brian Epstein, se congratula por los héroes y organizaciones liberacionistas que han contribuido a que la sociedad avance, avisa de que todavía queda mucho por hacer y termina con un mensaje positivo:

’All you need is love’, esa emocionante letra de The Beatles, puede que sea excesivamente simple como regla para la vida, ¡pero todos necesitamos un montón de amor!’’

‘El quinto Beatle’

Guión: Vivek J. Tuwari

Dibujo: Andrew C. Robinson y Kyle Barker

Editorial: Panini Comics

Formato: Libro en tapa dura. 168 páginas

ISBN: 978-84-902-4567-5

P.V.P.: 25,00 €

A la venta en: paninicomics.es

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