Una bandera arcoíris para conmemorar una hazaña histórica
A la quinta llegó la vencida. Tras cuatro intentos fallidos, la nadadora Diana Nyad ha conseguido inscribir su nombre en la historia tras convertirse en la primera persona que realiza a nado, y sin jaula contra tiburones, el trayecto desde Cuba a EEUU… Seguro que su salida del armario no fue tan complicada.
Nyad ha cruzado la barrera de arrecife cerca de Key West a las once de la mañana y ha llegado a la playa Smarther en la Florida minutos antes de las 14:00 horas, según informa la ‘Voz de América’.
‘Diana está en camino a nadar 112 millas en su intento por convertirse en la primera persona que cruza el estrecho sin una jaula contra tiburones. Esto es 35 millas más que lo que nadie ha nadado nunca antes’, había informado su navegador, John Bartlett, en un tuit en la madrugada de este lunes poco antes de completar la hazaña.
De igual modo, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, al enterarse de la loable hazaña de esta mujer, ha enviado sus felicitaciones a través de su cuenta oficial de Twitter: ‘Felicidades a Diana Nyad. Nunca hay que abandonar los sueños’.
Una travesía complicada
Diana había comenzado a nadar alrededor de las nueve de la mañana del sábado desde la Marina Hemingway en Cuba para cruzar el estrecho de 180 kilómetros que separa a Cuba de Key West en la Florida. La mayor parte de su recorrido lo nadó a una velocidad de 1,7 kilómetros por hora.
El domingo por la noche, Diana había comido espaguetis con ajo y aceite de oliva y bebió un poco de agua. El doctor Ángel Yanagihara, líder del equipo médico, se tiró al agua para aplicar pomada contra picadas de medusas en la cara de la nadadora.
Diana llevaba un traje contra medusas, aunque no llegó a utilizar una máscara protectora. También la acompaña un equipo de vigilancia de tiburones que se lanzaban al agua cada 15 minutos para examinar el agua en busca de escualos o de medusas.
Intentos anteriores
Este es el quinto intento de Nyad para realizar esta travesía, después de que realizara su primer intento a sus 28 años de edad en 1978, cuando se dio por vencida después de recorrer 76 millas en 42 horas, con la ayuda en ese momento de una jaula contra tiburones.
El estrecho de Florida ya había sido conquistado una sola vez por la australiana Susie Maroney, quien utilizó una jaula de protección contra los tiburones en 1997. La jaula se deslizaba sobre las corrientes oceánicas y permitió a Maroney hacer el viaje en sólo 25 horas.