Miles de manifestantes LGTB y aliados participaron ayer en la decimonovena marcha del Orgullo LGTB en la playa de Copacabana, en Rio de Janeiro, que este año ha difundido el eslógan ”¡Un millón de voces!” contra la homo, bi y transfobia, una de las principales lacras de la sociedad brasileña en relación al colectivo.
”Es importante que la población comprenda sus derechos y se exprese contra la homofobia. El país es el que registra un mayor número de muertes de homosexuales”, afirmó de su lado Carlos Tufvesson, uno de los responsables del movimiento.
La organización también aprovechó el evento para desarrollar acciones de concienciación de salud, en el marco de la cual fueron distribuidos 200.000 preservativos masculinos, 5.000 femeninos y 100.000 unidades de gel lubricante.
Las personas asistentes al evento participaron en las proclamas reivindicativas y celebraron la jornada, animada por drags y presidida por una larguísima bandera arcoíris, bajo la cual muchos brasileños y turistas bailaron al son de la música electrónica.
Antes del desfile, se pronunciaron varios discursos de representantes de organizaciones defensoras de los derechos de los homosexuales que demandaron la consagración del matrimonio entre las personas del mismo sexo y la tipificación del delito de homofobia.
Desgraciadamente, la cita estuvo empañada por un gran número de robos, en especial sucedidos en el par de horas previos al inicio del desfile, durante la concentración, y también por las agresiones a algunos ladrones que fueron detenidos por agentes de seguridad.
Esta reunión, la más multititudinaria de Brasil después de Sao Paulo, tiene un gran componente reivindicativo pues el 40% de los crímenes homo y transfóbicos que se cometen en Sudamérica tienen lugar en Brasil.