Adelante, voten por el tipo con la voz ruidosa que odia a las minorías, amenaza con encarcelar a sus oponentes, no le importa un pepino la democracia y defiende que solo puede arreglarlo todo. ¿Qué podría salir mal?’.
Este mensaje de twitter, que compara la campaña de Donald Trump con la que llevó Adolf Hitler en la década de 1930 en Alemania, se ha convertido en viral en los últimos días.
No es de extrañar, en ocasiones abusamos de la palabra fascista pero en esta ocasión se adapta a la perfección al traje de odio que viste Trump. Un político que sólo está un eslabón por encima de la jungla y que entiende el mundo en conceptos tribales.
Musulmanes, mexicanos, feministas, personas LGTB…Trump ha buscado los votos más reaccionarios de EEUU (lo peligroso es que había demasiada gente esperando una figura como la suya) convirtiendo en enemigos a cualquier colectivo que no cumpla sus blancos y conservadores patrones.
En este videoclip grabado por Jonas Akerlund, Pussy Riot se imagina como sería vivir en unos EEUU dirigidos por Trump. Al ritmo de una especie de bosa nova pegadiza, la banda nos muestra la distopía trumponiana, una especie de ‘1984’ en la que pensar se ha convertido en delito y en la que los funcionarios llevan tupés postizos.