Mitchell-Cameron y los problemas de adopción de las parejas homosexuales

Una familia neomoderna

Espejo de la realidad

Como en el callejón del gato de ‘Luces de Bohemia’, en la nueva temporada de ‘Modern Family’ la realidad también se refleja mediante espejos cóncavos. En esta cuarta sesión, los guionistas se acercarán más que nunca a la situación y los problemas actuales del colectivo LGTB.

Mitchell (Jesse Tyler Ferguson) y Cameron (Eric Stonestreet) verán como sus ganas de adoptar a su segundo hijo se paraliza y finalmente se acaba denegando por cuestiones legales. Los geniales guionistas de la serie -Steven Levitan y Christopher Lloyd- dan una vuelta de tuerca en clave cómica a la situación puesto que Lily propone adoptar un gato ya que se ha quedado sin hermanito pequeño.

Humor, ironía, surrealismo…pero el mensaje ya está lanzado. Y es que los creadores de la serie han querido poner su granito de arena en forma de comedia para alcanzar la normalización de un colectivo que sigue de fiesta gracias al resultado electoral en el que Barack Obama salió como ganador y también gracias a los referéndum que han terminado con la legalización del matrimonio igualitario en Maine y Maryland.

Distintas realidades

Desde su primer capítulo, la serie se adentra con sentido del humor en la institución de la familia no sólo para mostrar diferentes alternativas, sino para demostrar cómo estas alternativas pueden también convivir juntas, aunque sea con grandes dosis de ironía.

Los protagonistas de ‘Modern Family’ representan tres estructuras familiares muy diferentes: la familia convencional, la pareja homosexual y el hombre maduro casado con una mujer mucho más joven. Una serie que ha conseguido el aplauso del público y de la crítica, que este año, además, le ha valido el Globo de Oro como Mejor Comedia

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