En 76 países del mundo, las relaciones entre personas del mismo sexo están tipificadas como delito. Por ello la FELGTB ha lanzado este año la campaña informativa STOP ODIO, para visibilizar y denunciar que todavía hay países donde se ataca la integridad física, se persigue institucionalmente y se castiga con tortura, prisión o incluso pena de muerte a lesbianas, gais, transexuales y bisexuales por el hecho de serlo.
En España también existen serias vulneraciones
Según argumenta FELGTB, la legislación española contempla que las víctimas de la persecución por Diversidad sexual y de género tienen derecho a asilo en nuestro país, aunque de facto el Ministerio del Interior no ha garantizando el estatus de refugiado y ha negado la acogida a personas LGTB perseguidas por su orientación sexual e identidad de género.
Mención aparte merecen lesbianas, gais, transexuales y bisexuales de nuestro país. La Federación acaba de concluir un Informe sobre delitos por LGTBfobia en España, promovido por ILGA Europa a través de fondos de la Comisión Europea. Entre quienes han sufrido un incidente de odio a la diversidad sexual o de género han sido víctimas de insultos (81,6% de los casos), agresiones físicas (32%), amenazas de violencia (31,1%) o persecución (18,4%).
También están presentes otros incidentes o agresiones como daños a la propiedad (9,7%), negación a los servicios médicos u otros servicios públicos (7,8%), negación al acceso a servicios comerciales (5,8%), maltrato psicológico, acoso vecinal, acoso laboral, amenaza e insultos vía internet (5,8%), arresto o detención, acoso sexual y negación a la protección policial (las tres con un 4,9%) o la negación al acceso laboral o despido (3,9%).
Los espacios públicos son los lugares donde se concentran más ataques o incidentes (un 39% de las ocasiones), aunque los ataques cerca de casa (14%) o en la propia casa (14%) son bastante significativos. Sin embargo, en la mayoría de los casos quedaron impunes: sólo se denunciaron el 32% de los incidentes (el 25% a la policía y el 7% ante un juzgado). Sólo el 14% de las denuncias fueron llevadas a juicio.
En este sentido, Boti García, presidenta de FELGTB, ha destacadp:
Nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad necesitan formación en diversidad y las fiscalías de delitos de odio que se han ido creando en España también, pero no podemos olvidar que la legislación española necesita una norma específica de igualdad de trato que dé un marco normativo que proteja a las víctimas y persiga a quienes promueven el odio y la discriminación”