Madrid se rinde en ovación ante ‘Dos hombres solos…sin punto com ni ná’
Una premieré de lujo
El Teatro Amaya se vistió de largo este lunes para celebrar la ‘première’ en Madrid de una de las comedias con más tirón del panorama teatral español, ‘Dos hombres solos sin punto com… ni ná’ de Teatro Sí Jerez. Un evento al que acudieron destacadas personalidades del mundo de la cultura, el espectáculo, las artes y la crítica.
Entre éstas los cantantes Betty Missiego, David de María, Silvia Pantoja, Ainhoa, Paco Arrojo, Las Carlotas, María Vidal, Encarnita Polo y Malena Gracia, los actores Máximo Valverde, Anna Allen, María Casal, Josele Román, Roberto Hoyas, Marta Valverde y Jorge Lucas o los periodistas Carlos Ferrando, José Manuel Parada, Beatriz Trapote y David del Moral.
Tampoco quisieron perderse el debut de Manolo Medina y Rodrigo Ponce de León en la capital el diseñador Lorenzo Caprile, el pintor Pepe Carretero, la actriz y diputada por la Asamblea de Madrid, Carla Antonelli, los humoristas Félix ‘El Gato’ y Tony Antonio, la ganadora de Gran Hermano 9, Judith, el astrólogo Rappel o el polifacético Juan ‘El Golosina’, entre otros. Una fiesta por todo lo alto que acabó con una sonora ovación de más de diez minutos, el público en pie y un mar de claveles que inundaron el escenario del Amaya
Todos los lunes y martes de febrero y marzo
Puro arte. Pasar dos horas de risas y seguir teniendo la sensación de poder estar otras dos más viendo una obra de teatro, no tiene precio y menos aún en los tiempos que corren. La comedia ‘Dos hombres solos sin punto com… ni ná’ de Teatro Sí Jerez ha llegado a Madrid para convertirse en una de las citas ineludibles de la temporada. Después de colgar en ‘no hay billetes’ en Málaga, Bilbao y Valencia -en donde han prorrogado la función-, la comedia, escrita e interpretada por el siempre genial Manolo Medina y el monologuista nato Rodrigo Ponce de León, ha calado con fuerza en el público de Madrid que ha abarrotado el Teatro Amaya por dos veces.
La obra combina la gracia gaditana más auténtica de la mano del mordaz y auténtico Manolo Medina con el monólogo más actual e inteligente de Rodrigo Ponce de León; una conjunción perfecta llena de momentos inolvidables, gags que van camino de convertirse en ese tipo de muletillas que amenizan las mejores reuniones de amigos, situaciones disparatadas y sorpresas inesperadas de última hora.
La obra llega a Madrid después de arrasar durante más de diez años a lo largo y ancho del país, un período durante el que se han ganado el aplauso y el respeto tanto de crítica como de público. No en vano, Manolo Medina y Rodrigo Ponce de León se han hecho merecedores de sendas butacas de honor en una de las plazas que nunca les ha fallado: el Teatro Alameda de Málaga, a donde volverán por quinto año consecutivo con cuatro funciones por semana desde mayo a septiembre.
Antes podrán disfrutar de esta obra de arte del humor no sólo en Madrid, sino también en Sevilla, Granada, Palma de Mallorca, Valladolid, Santiago de Compostela o Murcia, entre otras.
Argumento
Dos hombres solteros de treinta y pocos y cuarenta y tantos comparten piso en una comunidad de vecinos de cualquier ciudad de nuestro país. Uno de ellos trabaja y el otro no; uno de ellos, gordo y ‘amanerado’ (o sí), lleva siempre un mandil de lunares, con abanico a juego, y se encarga de las labores del hogar; el otro, esbelto y apuesto, es un joven que atraviesa a diario el zaguán del bloque vestido de traje y corbata, sin perder un aire estudiadamente informal.
Aunque hay ‘buen rollo’ entre ambos, a diario se oyen voces desenfadadas por el patio de luces que provienen del piso en el que viven rematadas con un continuo ‘maricón’ como colofón, conversaciones telefónicas a gritos más propias de un programa de televisión de papel cuché que casi siempre terminan con un ‘adiós, adiós, adiós hija puta’ y hasta se regalan flores públicamente en las reuniones de vecinos, se dan besos de complicidad y palmaditas en el culo, eso sí con ‘to’ el arte del mundo’.
¿Son gays? La respuesta es no aunque todo el vecindario piense lo contrario. ‘Dos hombres solos sin punto com… ni ná’ de Teatro Sí Jerez retrata la vida de dos hombres heterosexuales y solteros, uno de ellos ‘amanerado’ (o sí) y el otro no, que conviven bajo el mismo techo, que está la cosa muy mala, lidiando con las particularidades de cada cual, al mismo tiempo que rompe los moldes de los confusos estereotipos bajo los que nuestra sociedad da por hecho qué significa y qué no ser homosexual y heterosexual.
Dedicatoria familiar
‘Dos hombres solos sin punto com… ni ná’ sirve al siempre genial Manolo Medina para dedicar un profundo y sentido homenaje a la figura de su madre a la que -según sus propias palabras- ‘venero aunque en la obra le diga de todo y lo que menos, bonita’.
Anclada en la realidad más actual de la España del siglo XXI, el argumento juega con los clichés de la heterosexualidad y la homosexualidad hasta convertirse en la obra más desternillante de la escena actual en nuestro país.
Jalonada de momentos y frases que siempre quedarán en el recuerdo de quien tenga la ocasión de acudir a alguna de sus funciones, ‘Dos hombres solos sin punto com… ni ná’ es una obra rotunda, de dos horas y media de representación (que empezaron siendo treinta minutos en 2002) y que interactúa con el espectador, haciéndole partícipe y protagonista.
Un sofá, una mesa, cuatro sillas, una librería, un perchero y… lunares, muchos lunares, son más que suficientes para adornar un escenario que Manolo Medina y Rodrigo Ponce de León logran llenar con su sola presencia. No hay que perdérsela