Director: Xavier Dolan-Tadros Guión: Xavier Dolan-Tadros Música: Randy Newman Fotografía: Yves Bélanger Reparto: Melvil Poupaud, Suzanne Clément, Nathalie Baye, Monia Chokri, Yves Jacques, Catherine Bégin, Sophie Faucher, Guylaine Tremblay, Patricia Tulasne, Mario Geoffrey Calificación: 7 Estreno: 21 de junio
¿De qué va?
En esta su tercera obra Xavier Dolan no se muestra delante de la cámara. En esta ocasión, son los actores Melvil Poupaud y Suzanne Clément las estrellas encargadas de llevar la mayor parte del peso de la película.
El filme parte de una relación de pareja que vive feliz a pesar de sus altibajos y que tras dos años de relación, sufre un tremendo shock en el momento en el que el hombre decide dejar de mentir y cambiar de sexo.
A partir de esta premisa, Xavier Dolan realiza una descripción de los siguientes diez años en la vida de ambos. Con un estilo que mezcla la sensibilidad y la exuberancia, Xavier Dolan retrata una aventura inquietante.
Laurence (Melvil Poupaud) le comunica a su pareja Fred (Suzanne Clément) que se siente mujer y el volcán estalla.
En un primer momento la novia de Laurence no se toma demasiado bien la noticia, pero tras el estado de schock decide continuar compartiendo su futuro junto a su pareja.
Sin embargo, serán las presiones sociales, los factores externos y las presiones internas las que harán temblar los cimientos que sostienene a la pareja.
La película de Dolan contiene reveladoras actuaciones, momentos de asombrosa belleza, y momentos de excesos…pero por encima de todo, sus 161 minutos de metraje sirven para agitar y alterar las conciencias de las mentes que se sienten perdidas ante todo aquello que huela a disidencia.
Sabías que…
1. A pesar de contar con solo 25 años esta es la tercera película por el director canadiense Xavier Dolan que se ha convertido por meritos propios en el nuevo enfant terrible del cine hipster.
2. La película se encargó de inaugurar el palmarés de un nuevo premio en el Festival de Cannes, la ‘Queer Palma’ dedicada a premiar películas enfocadas a temáticas LGTB.
3. Para reforzar la historia de la transexualidad y la identidad personal, Xavier Dolan ha utilizado nombres andróginos, unisex, para todos los personajes principales.
Ver tráiler – ‘Laurence Anyways’
Lo mejor..
1. Un grito de libertad. La película es, sobre todo, una historia de amor. Pero también se centra en la busqueda de la identidad como elemento necesario para tener una vida plena y en las consecuencias afectivas y sociales que conlleva un cambio de sexo.
2. Diálogos intensos. Hay películas que se sirven de los silencios para definir a los personajes, en otras son sus acciones las que configuran la identidad de los protagonistas. Aquí, Xavier Dolan se sirve de los diálogos (intensos, crudos y repletos de tensión) para configurar la personalidad de los principales actores de la película.
3. Primera escena como mujer. Dolan nos lo muestra de manera deliciosa el momento en el que Laurence decide mostrar su verdadera identidad a los alumnos donde imparte clases de literatura. Rodado como si los alumnos fuesen otros espectadores de la película, la escena derrocha talento visual y momentos de tensión…sin duda uno de los mejores momentos de la cinta.
4. La estética. Barroca, exagerada…pero con momentos sublimes. Fuentes tan dispares como Almodóvar, David Lynch y Wong Kar-wai se mezclan en el universo de Xavier Dolan que pese a su juventud consigue manejar a la perfección diferentes lenguajes audiovisuales (vídeoclip, publicidad, narrativa).
5. Actuaciones soberbias. Tanto Melvil Poupaud (Laurence) como Suzanne Clément (Fred) ofrecen actuaciones geniales, marcadas por la pasión, crudeza y sinceridad.
Lo peor..
1. Metraje excesivo. La historia no justifica las casi tres horas de película. Es más, la excesiva duración de la cinta es la excusa perfecta para que Xavier Dolan se mire el ombligo y nos muestre escenas de estética sublime pero de poca sustancia.
2. Entrando en bucle. La primera mitad de la película transcurre de un modo más o menos lineal. Sin embargo, en su parte final, el guión no hace más que dar giros y más giros sin terminar de ofrecernos unas respuestas coherentes a las preguntas que se hace.
3. Demasiado pretenciosa. Los recursos estéticos, el metraje, las metáforas visuales…todos los elementos que conforman la película parecen estar destinados a colmar el ego del director que a mejorar el resultado final de la cinta.