En su estreno como director, Miguel Ferrari ha tenido muy en cuenta al colectivo LGTB. Y es que en ‘Azul y no tan rosa’, el director venezolano se acerca a la difícil relación entre un Diego, un padre homosexual, y su hijo Armando.
Entre ellos hay demasiada distancia, tanto física -su hijo estudia y vive en España y Diego ejerce como fotógrafo en Caracas- como sentimental -hace años que no se ven-, pero una llamada cambiará toda su relación.
Por motivos laborales, Diego tiene que quedarse al cuidado de Armando y a pesar de que en un primer momento su hijo le rechaza, no por su orientación sexual sino por su larga ausencia, ambos comienzan a descubrirse.
Una película que también nos habla de la aceptación del colectivo LGTB por parte del entorno familiar, que denuncia la homofobia latente en muchos países sudamericanos y en el que también aparece el tema de la transexualidad gracias al papel de Delirio, interpretada por Hilda Abrahamz.