No te pongas guapa que vamos a ensuciarnos… mi acompañante pasa del tercer mandamiento de los conciertos, así que decidimos hacer añicos cualquier tipo de norma para marcarnos una única meta: disfrutar.
La sala está preparada. Se nota que hay ganas de bailar y disfrutar del swing de la banda catalana: la gente cumple con una escrupulosa puntualidad británica y los ojos brillan buscando movimiento en el escenario.
A pesar de que somos de culo inquieto conseguimos hacernos hueco rápidamente. Aprovechamos los minutos de cortesía que hay que conceder a todo banda que se precie para acercarnos a la barra y aprovisionarnos. La multitudinaria banda llena el escenario y el concierto arranca con una máxima: libera tú culo y tú cabeza le seguirá.
Y eso hacemos… Las preocupaciones se quedan haciendo horas extra en la oficina mientras nos encargamos de alimentar al espíritu con uno de sus caprichos favoritos; la música.
Bailar es obligatorio
La Fundación Tony Manero comienza el concierto a bocajarro. ‘Inevitable’ -el hitazo de su nuevo trabajo- abre el concierto. Cinco minutos más tarde el público está entregado, comienza un viaje en el que bailar es una obligación.
A lo largo de la primera parte del concierto se suceden los temas de ‘Superficial’, el octavo trabajo de estudio del grupo. La sensualidad de ‘Lo haces tan bien’, el gamberrismo de ‘Me enciendes’, el swing perezoso de ‘Despacio’, el ambiente verbenero de ‘Chica B’, el sugerente ritmo de ‘Tus piernas’…
Los temas queman los minutos y la noche avanza haciéndonos vibrar. No encontramos mejor manera de saludar al viernes que al ritmo de ‘Super Sexy Girl’, tema que desde sus primeros compases consigue encender a toda la sala.
La Fundación Tony Manero lleva desde el 96 pateando los escenarios de toda España y la banda se mueve con extrema fluidez sobre las tablas de la Sala El Sol. Bailan y nos hacen bailar con soltura y gracia, orbitando sobre los sonidos funkys con toneladas de desparpajo y talento.
El concierto continúa avanzando y la banda nos endulza la noche con sus temas imperdibles. ‘La noche de la ganga’ -como no podía ser de otra manera- suena a una noche en Kingston, ‘Looking for la fiesta’ es pura elegancia funk, ‘Alma 808’ hace que Ikah suba al escenario y nos embruje con su voz, ‘No se oye nada’ se alarga hasta el infinito en sonidos de saxos y trompetas.
Después de dos horas de sudor, risas y funky el concierto llega al final. Pero antes, la Fundación Tony Manero se guarda una sorpresa: se quedan pinchando dulces temas durante toda la noche. Miradas cómplices, sonrisas culpables y a seguir bailando…de hecho hoy mis ojeras siguen moviendose al ritmo del funk.