Solo hay que ver tres planos del último videoclip de Kanye West para saber que tanta grandilocuencia vacía es la mejor carne para echar a las brasas de la parodia. Algo que nos confirma inmediatamente el ‘Uh-huh, honey’ (polítono de tal nivel musical que podría competir con el ‘Zascatronik’ de Berto Romero y Chimobayo) de la Kardashian que resuena de manera cíclica durante el corte.
Si apuramos, podemos decir que hasta incluso una semana parece demasiado tiempo para que haya aparecido la primera parodia, pero el resultado es tan divertido que la tardanza se puede pasar por alto. El video protagonizado por Seth Rogen y James Franco tiene una premisa bien sencilla: copiar plano por plano el original encabezado por el rapero y su mujer.
El cómico Seth Rogen se mete en la piel de la Kardashian -eso sí, en este caso con más pelo en la espalda y un cardado menos espectacular-, mientras que James Franco nos vuelve a mostrar otra arista más de sus innumerables virtudes: un gran sentido del humor.
Lo del actor es increible. Cada trabajo que realiza nos viene a demostrar que es uno de los actores más personales e independientes de Hollywood. Lo mismo protagoniza anuncios para Gucci con pintas de auténtico seductor, dirige una de las películas más valiosas del año (‘Interior. Leather Bar’), o, como es este caso, se planta dos camisas de cuadros superpuestas para rapear y moverse como lo haría Kanye West.
Y es que a lo largo del videoclip podemos ver a un James Franco -más palido de lo habitual- sacando su versión más divertida. Sus ojos parecen haber disfrutado de la mejor marihuana del mundo y en cada movimiento -exageradamente histriónico- parece que quiere decir: estrellas, bajaros de vuestro pedestal…