La homofobia… ¿es una enfermedad mental?
La homofobia es un término relativamente nuevo, que, como la heterosexualidad y la homosexualidad, se inventó en el siglo XIX para señalar diferencias en la conducta sexual de las personas, aunque fue rápida la clasificación de la heterosexualidad como “normal” y como “útil para la sociedad a diferencia de la homosexualidad por que no era una sexualidad reproductiva de la fuerza de trabajo”. A manera de complemento, aparecería la homofobia como ese miedo a la homosexualidad.
Para el psicólogo estadounidense George Weinberg. La Homofobia es simplemente eso: una fobia. “Un temor que provoca un comportamiento irracional de huida o el deseo de destruir el estímulo de la fobia o cualquier cosa que lo recuerde”
Y… ¿Cómo se produce una fobia? Algunos expertos señalan que surge a partir de los actos condicionados operacionalmente, es decir, que en medida en que asociemos eventos percibidos a partir de nuestros sentidos, almacenaremos significados y actos performativos de género.
¿Entonces la fobia es producto social? ¿No es una enfermedad?
En sentido estricto de la palabra, no es una enfermedad, debido a que una enfermedad es una reacción del cuerpo que ocasiona malestar ante un agente extraño (bacteria o virus), que produce daños en nuestro sistema.
Y en salud mental es difícil identificar un virus que produzca específicamente la susodicha enfermedad mental. Por eso la insistencia de relacionarlo con un déficit del organismo, sin embargo esa es otra historia. Una fobia es una relación entre estímulos y puede ser fabricada socialmente, o ser una reacción a un trauma.
Si se ve a la heterosexualidad como mero fin reproductivo condicionado operacionalmente, algunos basan si fobia en considerar la homosexualidad como una amenaza a este estatus quo: no es útil, debido a que no reproduce la mano de obra ni la fuerza de trabajo.
Entonces se entiende ahora que la producción en masa genera de los cuerpos sexuados; máquinas, discursos y técnicas condicionadas con tal de producir un orden social.
El conductismo fue la técnica científica en el arte que se busca gobernar los cuerpos libres. Por lo que la práctica homosexual se vuelve en sí misma una rebelión al modo de producción de la vida humana. Y la modificación de todo un sistema es un proceso largo y sinuoso, pero que en la actualidad hemos visto sus avances para ir desmontando este fallido sistema binario de la producción de la vida.
Esta es la raíz filosófica de la homofobia, que propiamente no es una enfermedad mental, sino un trastorno de origen social, que por lo mismo, puede ser combatido mediante un discurso alterno, que permita al homófobo percatarse de que está en un error y que la homosexualidad no es ni perniciosa, ni contagiosa…
…aunque todavía nos falta mucho qué aprender en ese terreno.