FICHA TÉCNICA
Título original: Captain Fantastic
Duración: 118 minutos
Nacionalidad: Norteamericana
Dirección: Matt Ross
Guión: Matt Ross
Fotografía: Stéphane Fontaine
Música: Alex Somers
Reparto: Viggo Mortensen, Missi Pyle, Kathryn Hahn, George MacKay, Steve Zahn, Hannah Horton, Trin Miller, Samantha Isler, Annalise Basso, Nicholas Hamilton, Ann Dowd, Shree Crooks, Erin Moriarty, Charlie Shotwell, Frank Langella
Distribuidora en España: E-One Pictures
Calificación: 7,5 / 10
¿De qué va?
El personaje de Viggo Mortensen en ‘Captain Fantastic’ tiene más influencias que la música de Bjork. Tiene el mismo aire hijoputesco del sargento Hartman en ‘La Chaqueta Metálica’, la osadía del padre de familia de ‘La costa de los mosquitos’, el espíritu inquebrantable del profesor de ‘Los chicos del coro’ y la rebosante vitalidad del protagonista de ‘La Vida es Bella’.
El arranque de la película, con la inmensidad de la naturaleza en todo su esplendor, recuerda a ‘El Renacido’. Por fortuna, el transcurrir de la cinta elige otros derroteros y evita el excesivo ejercicio de ego que realiza Iñárritu en la película que, por fin, le sirvió a Leonardo Di Caprio para levantar su ansiado Óscar.
La cinta nos presenta a una especie de familia Von Trapp (‘Sonrisas y lágrimas’) pero en versión trotskista. Ben Cash (Viggo Mortensen) y su mujer, Leslie (Trin Miller), han creado un paraíso apartado de la civilización para su extensa familia.
En un campamento autosuficiente hecho a mano por ellos, Ben enseña a sus seis hijos las habilidades que necesitan para sobrevivir en pleno bosque, además de proporcionarles una rigurosa educación física e intelectual. Pero, cuando una tragedia familiar obliga a los Cash a regresar al mundo exterior, las ideas de Ben sobre lo que supone ser padre se ven puestas en entredicho y deberá afrontar el precio que están pagando sus hijos por su sueño.
La gran pesadilla norteamericana
‘Captain Fantastic’ se apoya en dos maravillosas virtudes: la valentía y la complejidad. El espectador que crea que la cinta es un panfleto de izquierdas está más equivocado que al pensar que Rita Barberá dimitiría de su puesto en el Senado.
La película es, en cierto modo, una fábula antisistema cargada de matices. Una revolución familiar que se llena de aristas y que ofrece un mensaje que se enriquece cuando chocan la naturaleza y el asfalto para transmitir una poderosa moraleja alejada de adoctrinamientos políticos.
La osadía de la cinta es innegable. Bajo la dirección de Ross vemos algo a lo que la literatura norteamericana nos tiene acostumbrados pero no así su cine: una crítica feroz a los pilares sobre los que se sustenta la sociedad occidental.
A lo largo de la cinta se cuestiona (y también se ríe, todo hay que decirlo) el consumismo exacerbado, la religión católica, la sobreprotección de la infancia, la corrupción de la rutina, los convencionalismos sociales… hasta se permite el lujo de criticar la Navidad.
La actuación de Mortensen es portentosa. Siempre a corazón abierto, el actor se muestra tan creíble como padre, como amante y como hombre lleno de dudas. Además, los jóvenes actores también rozan el sobresaliente mezclando momentos agridulces y la presencia Frank Langella vuelve a ser sinónimo de una buena actuación.
A pesar de algunos tics excesivamente indies (la escena de la entrada al funeral parece sacada del Manual de como aparecer en el Festival de Sundance) y algún trazo de brocha gorda, estamos ante una de las comedias más originales del año. Y es que hay muy pocas películas dirigidas a la familia y hechas para hacer reír que tengan la osadía de celebrar el Día de Noam Chomsky.