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Gays, lesbianas, bisexuales y transexuales han invadido las calles del centro Roma el pasado fin de semana para celebrar el fin de fiestas del Orgullo con el tradicional desfile de carrozas, pasando por el Coliseo y hasta el antiguo Circus Maximus.
Con un buen ambiente, muchas ganas de disfrutar y pasárselo teta y sin ningún incidente notable, el Orgullo se ha convertido una vez más en una fiesta reivindicativa contra las protestas del Vaticano ante la celebración de los eventos del Orgullo en el pasado.
Además, el Orgullo de Roma ha tenido este año una anfitriona de excepción, la camaleónica Lady Gaga, que ha aprovechado el desfile para pedir el fin de la discriminación de los homosexuales y para reivindicarse como ‘hija de la diversidad’.