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Curri Valenzuela, la presentadora de Telemadrid que defiende que para llegar bien a la audiencia hay que dirigir la mirada a 45º de los objetivos de las cámaras, atravesó hace poco uno de los momentos menos agradables en su programa en directo -dando lugar a otro de los más graciosos-.
La -como suelen definir por ahí- analista política parece que sufría algún problema con su ordenador portátil, y después de varias quejas poco discretas -y un impagable amago de hostión- se decidió a hacer que desapareciera de la mesa, aunque no se percató de que las cosas cuando se tiran al suelo, aunque no se vean, suenan.
Os dejamos con el vídeo, que seguramente pase a la historia por ser el minuto menos aburrido de toda su carrera televisiva.