Lucas Mathías Gargiulo, un joven trans de 24 años que vive en Argentina, salió una noche con sus amigos, se quedó en casa de una de ellas para irse a casa por la mañana; creyó que eso sería más seguro, pero a plena luz de día, lo asaltaron, golpearon y violaron.
Es un activista a favor de los derechos de las personas trans que lucha contra la homofobia y la transfobia; pese a las dificultades se considera “el chico trans más feliz del mundo”.
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Luego del horrible suceso, y de la falta de justicia ante las autoridades, decidió compartir su experiencia en un video a través de Facebook.
Fue alrededor de las 9:30 de la mañana del miércoles cuando Lucas tomó un taxi y bajó en la avenida Belgrano y Paso de los Andes, a tres cuadras de su casa, donde vive con su tía.
Relata que antes de llegar a la calle Italia tres sujetos que iban en moto lo interceptaron.
“Era obvio que me venían a robar y les entregué la billetera y el celular en el acto. Pero aún así comenzaron a golpearme hasta que no di más y me caí al piso. Ellos pensaron que yo era un chico gay, porque me decían ‘ahora te vamos a hacer machito, puto'”.
Mientras lo golpeaban, los delincuente le quitaron la ropa, al ver sus genitales femeninos aumentaron las agresiones.
“Buscaron una rama de un árbol y con eso me violaron. Yo lo único que quería era no mirar y dejar de sentir ese dolor”.
Lucas no recuerda si también hubo acceso carnal ni quiere esforzarse por recordar esta horrible experiencia.
“Llegué llorando y le conté a mi tía que me habían robado el celular. Ella me preguntaba si eso era todo lo que había pasado y yo le decía que no sabía. No quería saber. Hasta que ella me señaló el pantalón y ya estaba sangrando”, recordó
Las autoridades ignoraron su declaración sobre la violación
Acudió con las autoridades para hacer las denuncias pertinentes, sin embargo, solo le recibieron las de robo y agresiones, pero ignoraron su declaración sobre la violación.
“Se los dije, que dejaran constancia, y me cambiaban de tema, no me escuchaban. Me mandaron a un médico forense pero por las lesiones, no por la agresión sexual. Estuve dos horas esperando y recién me dijeron que el médico no iba a llegar, que venga a ver si lo encontraba a las seis de la tarde o al día siguiente”.
También recordó que, poco antes de ser atacado, pasó por la esquina de España y Paso de los Andes, donde habían al menos cinco uniformados.
“¿Puede ser que ninguno haya escuchado mis gritos? Estaban ahí y no hicieron nada”, reclama.
Además, el hecho ocurrió a dos cuadras de la Comisaría Sexta,
a tres cuadras de la Subjefatura de policía y a seis del ex Comando Radioeléctrico, donde ahora funciona la base de los patrulleros y motoristas del 911.
Al día siguiente d elo ocurrido, Lucas acudió al hospital Avellaneda, donde sigue su tratamiento hormonal con la médica Fabiana Reina.
Ella declaró para el medio La Gaceta que activaron el protocolo de asistencia a las víctimas de violencia sexual.
“Hicimos la evaluación general y ginecológica y presenta lesiones corporales del ataque que sufrió. No podemos dar más detalles porque se trata de la intimidad de la víctima. El informe está listo y pasará por el departamento Jurídico del hospital y luego a la fiscalía que se especializa en estos hechos”, detalló.
Explicó que el protocolo incluye tomar estudios para prevenir enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados y también se brinda asistencia psiquiátrica y psicológica.
“Esto no es algo aislado, es algo habitual. Los chicos y las chicas trans están permanentemente expuestos a las agresiones de todo tipo, aunque no siempre con tanta saña como en este caso”, finalizó.