‘Sodoma: poder y escándalo en el Vaticano’ es el nuevo libro que revela la presencia de la homosexualidad dentro de la ‘santa sede’, la cual ha sido negada, oculta y reprimida por la institución.
El autor del libro es el periodista y sociólogo Fréderic Martel, quien asegura que el sacerdocio ha representado una escapatoria para los hombres homosexuales durante años.
De igual forma, señala que esta represión sexual es la relacionada con los problemas de abusos sexuales y corrupción dentro de la iglesia.
“A veces pueden tener amantes y luego irse meses o años por la culpa que sienten. Otros llegan a la autoflagelación. Después están los que tienen novios y los presentan como su asistente, chofer, guardaespaldas o incluso un sobrino”, señala Martel.
También señala que otros miembros de la iglesia contratan escorts o trabajadores sexuales.
“Casi todas las personas que viven en el Vaticano son parte de esta mayoría silenciosa”.
En su libro explica que en el Vaticano existen sacerdotes que llevan una doble vida;mientras predican la abstinencia y discursos homofóbicos organizan fiestas sexuales en sus casas, donde también suelen consumir sustancias psicóactivas.
Uno de los casos que Martel documentó es el del cardenal Francesco Coccopalmerio, quien en su departamento realizó una orgía con drogas.
Esta noticia le dio la vuelta al mundo luego de que la policía italiana llegara al lugar tras ser alertada por los vecinos.
Realizar este libro le llevó cuatro años de investigación con el apoyo de 80 colaboradores y 1.500 entrevistas en 30 países y se asesoró con un equipo de 15 abogados.
Sacerdotes homosexuales, trabajadores sexuales y escorts confirmaron y detallaron la forma en que el Vaticano mantiene oculta la homosexualidad y la doble vida de sus integrantes. Incluso tuvo acceso a imágenes que comprobaron los hechos.
El periodista también aclara que la homosexualidad no es sinónimo de pedofilia, como han señalado muchos ante los casos de abusos y pederastía que se han revelado de miembros de la iglesia.
“La extrema derecha piensa que hay un ‘lobby gay’, personas abiertamente homosexuales organizadas para destruir a la Iglesia. Es una lectura completamente equivocada. Muchos cardenales, obispos y sacerdotes pasan toda su vida en sus pequeños armarios. Puede haber un caso de un religioso abusador que sea expulsado, pero el sistema continúa intacto, porque no hay tal lobby. Es un sistema creado en base a una mentira de Estado”, indica.