La mayoría de los portadores de este virus desconocen su situación, porque los síntomas del VIH pueden llegar a ser muy sutiles y casi nulos.
Según Avert, el VIH (o virus de inmunodeficiencia humana) es un virus sin cura que ataca al sistema inmunológico. Puede trasmitirse mediante los fluidos de semen, sangre o leche materna, pero no por saliva, así que puedes besar a alguien que esté contagiado.
En caso de no tratarse el SIDA te hace más susceptible a enfermedades severas que en poco tiempo pueden llevarte a la muerte.
La única forma de saber si tienes el virus es a través de una prueba de sangre, que deberías hacerte por lo menos cada año.
Fiebre y escalofríos
Lo que pasa cuando tienes fiebre y escalofríos es que tu cuerpo está tratando de combatir un anticuerpo extraño pero sin éxito. La fiebre dura una o dos semanas, pero puede aparecer de la nada.
Calores nocturnos
Se caracteriza por exceso de sudor incontrolable, pues sucede porque el cuerpo está tratando de eliminar toxinas.
Aunque el VIH puede provocar este calor nocturno hay otros factores que pudieran estarlo provocando como menopausia, mononucleosis y linfoma o leucemia.
Erupciones
Hay personas con VIH que notan erupciones en brazos, torno y piernas, esto es resultado de la fiebre y no presentan comezón.
Ardor en la garganta
Si te arde la garganta es poco probable que pienses que es por SIDA pero es una respuesta inflamatoria ante una infección viral.
Cuerpo cortado y sueño
Es una fatiga que inhabilita tu rutina diaria. la podrías sentir después de una semana de infectarte.
Inflamación cuello, ingle y axilas
Tus ganglios linfáticos, localizados en cuello, ingle y axilas, crean las células que luchan contra infecciones, así que trabajarán en exceso.
Perdida de peso inexplicable
En sus últimas etapas, el VIH no tratado provoca la pérdida de peso y músculo porque el virus suprime el apetito y evita que el cuerpo absorba los nutrientes.