La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) se pronunció en contra de las terapias de conversión sexual; durante un evento en México indicaron que carecen de fundamentos teóricos que avalen las prácticas.
Durante dicho evento Javier Hernández, presidente de la UNDOC, junto con la asociación civil Yaaj México, presentaron la guía ‘Nada que curar’. Este documento pretende ser una llamada de atención a los profesionales de la salud y hacer conciencia del sufrimiento que las terapias de conversión provocan.
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La ONU recalcó que para terminar con los maltratos y humillaciones que las personas LGBT reciben en estos “tratamientos”, es necesario involucrar a distintos niveles de gobierno y sociedad en general.
La guía denomina a las terapias de conversión como Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género (ECOSIG), y lo definen como:
“Prácticas de diferente índole —sesiones psicológicas, psiquiátricas, consejería religiosa, etc.— con el fin de modificar la orientación sexual de una persona homosexual o bisexual a heterosexual. Además, estos tratamientos pueden estar dirigidos a modificar la identidad o expresión de género de las personas trans”.
En ocasiones, esta práctica incluye violaciones correctivas para tratar de modificar la orientación sexual de alguien.
En 2018, las senadoras mexicanas Citlalli Hernández, Alejandra Lagunes y Patricia Mercado presentaron una iniciativa para proteger a la comunidad LGBT+ y prohibir los ECOSIG.
Sin embargo la modificación al Código Penal no ha sido aprobado.
En los próximos días el Senado de la República sesionará en comisiones extraordinarias en las que podría aprobar la iniciativa contra las terapias de conversión.
Además, se espera que el pronunciamiento de la ONU contra estas prácticas sea un impulso para que las leyes se opongan a ellas.