La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha descartado la identidad de género de las personas trans como una condición de salud mental.
La nueva legislación que así lo establece fue aprobada el pasado 25 de mayo por la Asamblea Mundial de la Salud, el órgano rector de la OMS; esta representa a los 194 Estados miembros.
Graeme Reid, director de derechos LGBT de Human Rights Campaign, una de las organizaciones más importantes del mundo sobre derechos humanos, dijo que esto:
“Tendrá un efecto liberador en las personas transgénero de todo el mundo. Los gobiernos deben reformar rápidamente los sistemas médicos nacionales y las leyes que requieren este diagnóstico ahora obsoleto oficialmente”.
Además detallaron que los gobiernos de todo el mundo utilizan la clasificación anterior de la OMS como base para poner en marcha sus políticas discriminatorias.
Dichas políticas dirigidas a personas trans requieren un diagnóstico y de otros procedimientos médicos para que la identidad de género de la comunidad trans sea reconocida ante la ley.
Cabe mencionar que, generalmente las leyes que permiten el cambio de género en documentos oficiales, ponen como condición que el solicitante sea diagnosticado con un ‘trastorno de género’.
Los defensores de los derechos humanos argumentan que este diagnóstico pone en peligro los derechos básicos de las personas trans como el trabajo y la educación.
“Las personas transgénero están luchando contra el estigma y la discriminación que se pueden rastrear en parte a los sistemas médicos que históricamente han diagnosticado expresiones de no conformidad de género como una patología mental”, explicó Reid.
Además, añadió que la discriminación y el acoso son los factores que promueven los problemas de salud mental, y no la inconformidad de género.