La Audicencia Provincial de Navarra condenó con mano tibia a un grupo de hombres que presuntamente cometió violación masiva en el 2016 durante las fiestas de San Fermín.
Bastó saber la sentencia emitida por las autoridades para que cientos de españoles tomaran las calles con la consigna de “no es abuso, es violación”. Y es que, de acuerdo con la información, el castigo solo contempló cinco años de libertad vigilada, una multa por 50mil euros para indemnizar a la afectada, así como la restricción de no acercarse a la víctima.
“Hermana, yo sí te creo”, “no es un abuso, es violación” y “justicia patriarcal” fueron los reclamos con los que feministas, personas de la comunidad LGBT, activistas y sociedad civil clamaron en Pamplona con la idea de exigir una condena para los presuntos agresores.
La razón por la que la sentencia fue menor ante este caso de violación masiva, fue debido a que el tribunal tomó en cuenta videos -tomados por los atacantes- y probables testigos que negaron los hechos.
José Ángel P.M.; Jesús E.D; Ángel B.F; Antonio Manuel G.E y Alfonso Jesús C.E. son los presuntos autores del hecho; los criminales permanecieron dos años en prisión preventiva.
Así fue la historia de esta violación masiva en España
Los hechos ocurrieron en Pamplona, durante la fiesta de San Fermín. Un grupo al que se le apodó “La Manada” atacó a una joven de 18 años. La arrastraron hasta un edificio solitario, la forzaron y abusaron sexualmente de ella.
La investigación policial comenzó pocas horas después de los hechos, pues la joven apareció semidesnuda en las inmediaciones.
El ataque que recibió la mujer fue considerado como como una “agresión sexual” y no propiamente como una violación.
La manifestaciones se deben a que la comunidad esperaba un castigo ejemplar de hasta 30 años de cárcel, hecho que fue minimizado.