Recientemente se lanzó una alerta importante durante un seminario donde acudieron personalidades del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal, Clinic Barcelona, Hospital La Paz de Madrid el centro de estudios de enfermedades infecciosas del Hospital Infanta Leonor; y es que hubo un aumento en la práctica de algo llamado “chemsex”.
La peligrosa tendencia sexual mezcla dos elementos que no deben ser tomados a la ligera: el sexo y las drogas como la mefedrona.
De acuerdo con los estudios más recientes, son los hombres quienes practican con mayor frecuencia el chemsex: gran parte de ellos pertenecen a la comunidad LGTB.
Una de las cifras más preocupantes es que alrededor de 35% de los que practican chemsex con mefedrona son VIH positivo. Los especialistas alertaron que esta práctica podría transformarse en un problema de salud pública.
¿Qué es el chemsex?
Los médicos explican esta práctica como la combinación de drogas fuertes: mefedrona, metanfetaminas, crystal meth o GHB -que se consumen vía oral o intravenosa- y se mezclan con viagra, popper o cocaína.
Aunque el GHB está prohibido en prácticamente toda Europa y está bajo prescripción en España,se ha reportado la venta clandestina a través de motivo por el cual se adquiere a través internet.
La mefedrona es una de las sustancias que se ha vuelto popular dentro de esta práctica, es también comida como comida para cactus.
Su pico de acción es corto y provoca euforia desmedida; entre sus supuestos beneficios al momento de tener relaciones sexuales está: aumenta la líbido, la percepción de bienestar, la energía y detona el síndrome compulsivo que provoca la necesidad de suministrar otra dosis.
Entre los daños que genera en el cuerpo está que afecta a nivel venoso. En la práctica de chemsex, el uso de mefedrona dificulta la erección, por lo que los que recurren a esta práctica necesitan un potenciador sexual.
Debido a que ya hicieron sonar las alertas, se han realizado congresos y forums en los que se discute la pertinencia de darle seguimiento a esta peligrosa tendencia sexual.
Ataque sexuales
Pero no solo se trata de drogas que se usan con un fin placentero, también se han dado reportes en lo que los delincuentes usan drogas en sus víctimas como el GHB, que deprime el sistema nervioso central, para cometer ilícitos.
Se han documentados casos en los que por medio de estas drogas es más fácil cometer ataques sexuales, violaciones, robos y secuestros ya que la víctima pierde la memoria.