Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, desató controversia al hacer una serie de declaraciones relacionados con la misoginia, la intolerancia y el odio hacia las personas LGBT.
Sobre el turismo de la comunidad dijo:
“Si quieres venir a tener sexo con una mujer, adelante (…) Pero no podemos dejar que este lugar sea conocido como un paraíso para el turismo gay. Tenemos familias”.
Evidentemente esto despertó la indignación de de los activistas defensores de los derechos humanos del colectivo; indicaron que las declaraciones del presidente pueden generar más odio y rechazo hacia la población LGBT.
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La carrera política de Bolsonaro se ha caracterizado por sus declaraciones y propuestas misóginas, homofóbicas y racistas.
David Miranda, congresista de Río de Janeiro, expresó:
“Esto no es un jefe de Estado, es una desgracia nacional. Está manchando la imagen de nuestro país de todas las formas inimaginables”.
En una entrevista para Play Boy en 2011 incluso aseguró que “sería incapaz de amar a un hijo homosexual”; además, sobre el mismo tema declaró en otra ocasión:
“El hijo empieza a mostrarse amanerado, gay, cambia su comportamiento, ¿verdad ?, ya oí de algunos aquí…, menos mal que me dieron unos chirlos (golpes) de chico, mi padre me enseñó a ser hombre”.
Al llegar a la presidencia firmó una medida provisionaria con la que se retiró a la población LGBT de las políticas destinadas a la promoción, defensa y garantía de los derechos humanos.
Además, como titular del Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos a Damares Alves quien se caracteriza por sus posturas religiosas y ultraconservadoras; ella fue pastora de la iglesia Internacional del Evangelio Cuadrangular y de la Bautista de la Lagoinha.