Si crees que vives en un lugar peculiar y extravagante, eso es porque seguro no conoces Longyearbyen, un poblado al norte de Noruega que tiene una rara ley que ha provocado la polémica en redes sociales.
Cerca del Polo Norte está esta comunidad que vive en el archipiélago de Svalbard, una isla que a pesar de ser fría todo el año, tiene habitantes los 365 días.
Para vivir en este lugar hay que adaptarse a las condiciones extremas del clima, y además, los pobladores trabajan en una extenuante actividad: la minería.
Este lugar puede ser muy solitario, y en ocasiones, hasta deprimente. De ahí que el poblado y su gobierno hizo una loca recomendación.
Prohibido morirse en Svaldard
En este pueblo gélido se instauró una ley en donde el gobierno hacía la recomendación de “evitar la muerte a toda costa”.
Pero existe una explicación bastante sensata de la “descabellada” recomendación. Y es que al ser muy frío en este lugar de Noruega, los cadáveres no se descomponen de la misma forma que en otros lugares.
Esto activa las alertas ya que los muertos pueden llegar a alojar enfermedades muy peligrosas por más tiempo del habitual.
La rara solución
Las autoridades de este país permiten que los familiares de los desafortunados puedan cremar el cadáver y esparcir la cenizas en su tierra natal.
Por si fuera poco, si los familiares recurren a esta solución, deben viajar armados al lugar donde pretenden esparcir las cenizas.
Osos polares, gripe española y otro cúmulo de vicisitudes acechan al helado poblado de Longyearbyen.