Adolfo Martinez de 30 años, fue condenado a 17 años de prisión por quemar una bandera gay.
Adolfo de Ames, Iowa, arrancó una bandera gay que colgaba de una iglesia en su localidad para después prenderle fuego en el estacionamiento de un strip club.
En el momento de su juicio, Martinez se declaró no culpable de los cargos de crímenes de odio en su contra, y afirmó no sentir remordimiento. Durante su juicio, insultó a los feligreces y dijo que ninguna iglesia debería abrir sus puertas a la comunidad gay.
Fue un honor hacer eso. Es una bendición del Señor. […] Quemé su orgullo
Aunque a muchos la condena les pareció excesiva, pero la fiscalía se defendió que fue así por ser un delincuente habitual, pues ya tenía otros dos delitos previos.
Por lo tanto el Juez decidió triplicar la pena de Adolfo.