La Escuela Amaranta en Chile se ha dado a la tarea de alejar de la intimidación y discriminación de las escuelas convencionales a niños y niñas transgénero.
Probablemente se trata de la primera escuela principalmente para menores trans; fue inaugurada en 2017 con solo cinco estudiantes, pero a poco más de un años ya cuenta con 38 alumnos, de entre 6 y 17 años.
De ellos, 23 se identifican como trans, el resto son hermanos, hermanas y personas afines.
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El nombre de la escuela es en honor a Amaranta Gómez Regalado, política trans mexicana, y brinda un ambiente de respeto y aprendizaje.
Muchos niños que se declaran trans dejan de ir a la escuela por miedo, aunque esto ocurre en todo el mundo, Amaranta se creó para que los menores trans de Chile continúen con sus estudios y exámenes estatales.
Evelyn Silva, profesora de la escuela, declaró:
“Creemos que eres un niño o una niña, pero creo que los niños van de uno a otro. Son más libres que nosotros. Creo que nosotros, como padres, o personas mayores, queremos decirles lo que son. ¿Niño o niña? Dime. A veces los niños no saben, solo quieren jugar, solo quieren crecer, solo quieren ser felices”.
Hasta ahora se trata de una escuela de acceso gratuita, con lecciones impartidas por 12 profesores voluntarios; solo cuenta con dos aulas y se financia con aportes de la sociedad civil.
La junta de vecinos del barrio de Ñuñoa, al sur de Santiago, fueron quienes les prestaron el lugar; sin embargo, este espacio ya no es suficiente y carece de comedor y calefacción.