El amor de mi vida

¡El amor de mi vida! ¿Hay sólo un amor de mi vida o hay varios ‘amores de mi vida’?

El amor de mi vida pueden ser diversas personas, hay para quienes un hijo o su familia completa es su fuerza más grande, sin embargo el amor romántico de pareja es una de las prerrogativas más comunes para referirnos a el amor de nuestras vidas.

Mi familia es el amor de mi vida, pero esa familia, que bien puede ser una familia homoparental, suele tener el amor de una pareja, hablemos de ese amor.

El amor entre dos nace del cuidado, del respeto, de la atracción, de compartir decenas de sueños y también de lidiar en el día a día.

La familia es el amor más grande

Casi todos tenemos una familia que es lo máximo en nuestras vidas, incluso hay quienes tenemos esa familia por elección que formamos con amigas amigos, colegas, compañeros y también con una pareja.

Y, quizá, de esa familia por elección surgirá la pareja que compagine y se adecué a nuestras almas.

Ese amor de mi vida es parte de mi familia, es mi hogar, es mi centro, quien ilumina los días oscuros y nos acompaña en la rutina que muchas veces es complicada por distintas cosas, incluso en esas noches de insomnio donde todo parece tan lejano a nuestros sueños.

El amor de mi vida

Centrémonos en el amor de mi vida de pareja. En ese amor romántico que muchas veces idealizamos y otras tantas deseamos tanto hasta que lo tenemos, hasta que congeniamos con alguien al nivel de complicidad en risas, carcajadas, dilaciones, en los días extenuantes se convierte en nuestro remanso de paz, de tranquilidad y cordura.

Pero, también habremos de decir, que no todas las personas desean o sueñan con ese sentimiento romántico que se podría convertir en el amor de mi vida.

Hay quienes con su individualidad están llenos de amor, de ambiciones y de sueños. Aquí, si es con amor, todo se vale.

Sin embargo, este tipo de amor suele tener ciertas virtudes:

  • Nos escucha.
  • Nos sostiene.
  • Casi siempre nos libera.
  • También nos acompaña.
  • Muchas ocasiones nos regaña.
  • Ayuda con su ejemplo a ser mejores personas.
  • Es nuestro guía.
  • Ilumina nuestros días.
  • Cobija y comparte los sueños comunes.
  • Respeta y comprende nuestras decisiones.
  • Muchas veces nos contiene de la ira, impulsos o amarguras.

Cada persona habrá de vivir su propio “El amor de mi vida”. Y cada una de esas personas, es muy necesario decirlo, es responsable de ese compromiso.

El amor es un sentimiento mutuo donde se comparte todo pero también la responsabilidad afectiva y el compromiso de formar una pareja donde se comparta todo hasta los días grises.

El amor de mi vida