Las acciones homofóbicas que se realicen en Brasil a partir de ahora se considerarán delito y serán juzgados igual que los crímenes de racismo.
Así lo dictaminó a mediados de junio el Supremo Tribunal Federal (STF) del país; esto representa un gran cambio en uno de los países más peligrosos para la comunidad LGBT.
El Tribunal informó que quienes cometan alguno de estos actos podrían ser acreedores a penas de hasta cinco años de cárcel.
Precisaron que también será delito incitar a la discriminación por la orientación sexual de alguien, con penas de uno a tres años de prisión y una multa.
Esta decisión será valida hasta que el Congreso apruebe una ley específica.
El magistrado Celso de Mello destacó que esta decisión no interfiere con la libertad religiosa, siempre que esta tampoco promueva acciones de odio.
Leandro Ramos, director de programas de la Organización Internacional que lucha a favor de los derechos LGBT, dijo:
“El fallo lo recibimos con mucha alegría. Esa decisión ha sido el resultado de un proceso de muchos años de lucha y de muchos meses de discusión dentro de la Corte Suprema”.