El aumento de casos de cuatro enfermedades de transmisión sexual (ETS) ha prendido las alertas. Diversos especialistas están preocupados por la rapidez con la que se han propagado.
Aunque no son nuevas enfermedades, si son muy poco conocidas, pero más comunes de lo que pensamos y frecuentemente mal diagnosticadas.
Lo mejor, además de usar siempre preservativo, es mantenernos informados y acudir al médico ante cualquier señal de malestar.
Nisseria Meningitis
También conocido como meningococo, se trata de una bacteria que puede llegar a causar meningitis invasiva; incluso puede crear infección en el cerebro y en las membranas protectoras de la médula espinal.
Esta bacteria fue detectada en los años setenta en un chimpancé macho. Al parecer, se desarrolló por que el animal tuvo una infección en la nariz y garganta que transmitió a su uretra a través de la autofelación.
Los estudios indican que se contagia principalmente a través del sexo oral.
Se calcula que entre 5% y 10% de los humanos adultos portan la bacteria en la parte posterior de la nariz y garganta.
Mycoplasma Genitalum
Su diagnóstico es complicado debido a que en ocasiones no presenta síntomas. Además, suele confundirse con clamidia o gonorrea por la irritación en la uretra o el cuello uterino.
Esta infección fue identificada hace alrededor de 30 años y se calcula que actualmente está presente entre el 1% y 2% de la población mundial.
En las mujeres puede traer mayores consecuencias por la inflamación pélvica que causa. Se asocia también con la infertilidad, aborto espontáneo o prematuro y muerte fetal.
La enfermedad puede tratarse con antibióticos, lo que preocupa a los doctores es que el organismo parece volverse cada vez más resistente.
Existen distintos métodos para diagnosticar esta enfermedad, pero pocas veces son aplicadas en las clínicas para tratar ETS.
Shigella Flexneri
Se transmite a través del contacto directo o indirecto con materia fecal humana. Sus síntomas son calambres estomacales y brotes de diarrea con sangre y mucosidades.
Se trata de una enfermedad más común en niños pequeños. Sin embargo, desde la década de los 60 se han registrado casos en hombres homosexuales y bisexuales.
Al igual que el mycoplasma, se ha vuelto cada vez más resistente a los antibióticos.
Linfogranuloma Venéreo (LGV)
Se trata de una infección causada por cepas poco usuales de Chlamydia Trachomatis.
Comienza con la aparición de un grano, ampolla o úlcera genital, que aunque temporal, luego infecta todo el sistema linfático del cuerpo.
Cuando se presenta en el recto puede confundirse con una enfermedad intestinal inflamatoria.
También puede producir fístulas y contracciones dolorosas en la zona. Esta enfermedad aumenta el riesgo de contraer VIH.
Su tratamiento es con antibióticos, y al igual que la mayoría de las ETS, su contagio puede evitarse con el uso de condón.