¡A las Garime con amor, respeto y empatía! Escucha mientras nos lees, Magic de Coldplay, que entre sus frases dice:
And I don’t, and I don’t, and I don’t, and I don’t
Y yo no y yo no y yo no y yo no y yo no y yo no
No, I don’t, it’s true
Ni es la verdad
No, I don’t, no, I don’t, no, I don’t, no, I don’t
Yo no, no, yo no, no, yo no, no, yo no
Want anybody else but you
Quiero a nadie más que a ti
A poco más de dos meses de aquel beso que se dieron Karime Pindter y Gala Montes dentro de ‘La casa de los famosos México 2’ que nos hizo vibrar, gritar, emocionarnos y también, porque no, delulear. Pues seguimos con este hype que nos pone nerviosas, blanditas, rudas y —a la mayoría—intensas. Hay que decirlos, bebés.
¡A las Garime con amor!
Sigo aquí, en este mood, en este pensamiento, en este deseo fraterno, sólido, fuerte y a la vez sereno. ¿Por qué el #Garime no habrá de ser algo que sea sólo bonito? Quizá porque estamos acostumbradas a lo tormentoso, a lo difícil y adverso.
El beso
Hablemos de EL beso. 11 de septiembre a las 6:50, ¿tú dónde estabas’, ¿qué hacías? Yo ese día en casa viendo LCDLFM pizza en mano y una cerveza, porque fue mi día de descanso, pura gozadera viendo al #TeamMar con las carcajadas y ocurrencias.
El camarógrafo toma a Gala Montes y ella va corriendo para tomar de la mano a Karime Pindter y se escuchan otras voces de fondo pero la cámara las sigue hasta el patio o algo que hacía las veces de patio.
Gala voltea y observa que una cámara las está grabando, seguro porque esta hizo algún movimiento que ellas y ellos ya reconocían.
¡Llegó el beso de las #Garime! No más migajas para este fandom que hasta ese momento se había comportado estoico, inquebrantable, pero también vulnerable. Como hasta hoy.
Las emociones del beso
Regresaron al interior de la casa y se carcajearon, ambas se rieron como si se tratase de dos niñas pequeñas que están descubriendo aquel regalo que tanto deseaban en su fiesta de cumpleaños número 7.
Todas las emociones pasaron en ese momento. Porque —aunque parece que algunas personas lo olvidan—Gala y Karime son dos seres humanos. Dos mujeres que sienten, que sufren, que han batallado, que gozan pero que en el interior del reality sufrieron en muchos momentos por diversas situaciones y circunstancias.
¡Y no hay que ir a Harvard para saberlo! ¿Por qué dos mujeres no habrían de ilusionarse y sentir bonito con un beso? Sí, así nos pasa a la mayoría de las personas: ¡Nos emocionamos con un beso! Porque además ese beso les generó endorfinas, exaltó sus latidos, las emocionó porque un beso es un principio —para casi todas las personas—de intimidad. Es un lazo incorruptible.
Recuento de las Garime
Y desde aquel beso todo ha sido un sinfín de emociones, de sensaciones, el ímpetu está a tope, se han expuesto y diversificado los sentimientos, el relato ha cambiado una y otra vez. Que si sí son. ¿Qué si no van a ser? Que si serán. Quizá nunca sucederá, pero, ¿y si sí? Ellas decidirán. ¡Sólo ellas dos sabrán!
Tiempo al tiempo. Paciencia y respeto. Y un poco —o mucha—prudencia, tolerancia, empatía y sobre todo sensatez. Desvirtuamos en un abrir y cerrar de ojos las emociones de las otras personas, las invalidamos y provocamos que se genere tensión, frustración y animadversión.
¿Y si sólo es un shippeo más?
Pues eso, a gozarlo. Vivirlo desde el respeto, a sabiendas que puede que cada día haya nuevos sí pero también muchos que nos acerquen al no: no, sólo son amigas.
Y entonces les pregunto, ¿no es valioso que sean amigas? ¡Claro! Que valor tan poco apreciado es la amistad, y no. Tener amigas, amigos, amigues es una de las dichas más grandes, literalmente es una bendición compartir el día a día y las carcajadas con una amiga, gozar de los éxitos de un amigo, emprender juntos nuevas aventuras como viajes, conciertos, etcétera.
Por eso el texto es, una vez mas: ¡A las Garime con amor, respeto y empatía!
Lo único que como seres humanos y parte de una sociedad debemos y, sobre todo, podemos exigir y pedir siempre es respeto. Lo demás, cada decisión, es cosa de cada individuo. Porque justo nuestra individualidad nos hace diferentes al resto de seres vivos.
Pero si no somos capaces de dar, brindar y ofrecer respeto, ¿cómo demandamos o exigimos algo más? Nadie nos debe explicaciones ni ser nuestro barco —ship—para salvarnos. Sánate, alíviate y cuídate tu mismo, misma.
Por mi parte, qué alegría ver a dos mujeres tan exitosas, valientes, disruptivas, facturando, siendo felices, cuidando su salud física y mental, amando su entrono —porque se nota—pero sobre todo procurándose ellas mismas, cada una amándose. Qué dicha vivir este tiempo de mujeres tan triunfadoras en todos sentidos.
Conclusión: