Yoann Lemaire es el primer futbolista que se ha atrevido a declararse homosexual públicamente.
Sin embargo, lejos de ser una buena noticia, la salida del armario oficial de Yoann Lemaire se convirtió en todo un escándalo entre el mundo del fútbol. Un escándalo que acabó por truncar su carrera al ser expulsado del modesto club en el que jugaba en ese momento, el francés Fútbol Club Chooz.
Ahora, tras unos meses de estar apartado del terreno de juego, Yoann Lemaire ha vuelto a hacer lo que le gusta, jugar al fútbol, en un equipo diferente, el Vireux Club, y al que no parece importarle su condición sexual.
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La historia de Yoann Lemaire se remonta unos años atrás, momento en que se publicó el libro ‘Yo soy el único futbolista homosexual. Bueno lo era…’ en el que Lemaire relataba el proceso de su salida del armario, dejando claro con ello su condición sexual.
Este hecho provocó no sólo una buena acogida entre el público y el club en el que jugaba, el F.C. Chooz, sino que convertió a Lemaire en todo un ejemplo de tolerancia y aceptación.
A partir de ahí, todo fueron halagos. Incluso su equipo pasó a ser un nuevo referente LGTB organizando partidos con el Paris Foot Gay, equipo integrado únicamente por gays, por una mayor visibilidad del colectivo gay.
Pero, sin embargo, la euforia homosexual duraría muy poco.
Un altercado dentro de las filas del club suscitó la crispación de un compañero de Lemaire, que acabó lanzándole insultos homófobos delante de varios medios de comunicación.
Este incidente, sin justificación a los ojos de muchos, terminó con la expulsión de Lemaire del equipo, frente a la no sanción de su compañero, que permanecería jugando en el club como si nada hubiera pasado.
Retirado del equipo y pocos meses después del incidente, Lemaire hizo el intento de ser readmitido en el club de nuevo.
Pero éste le remitió una carta en la que le denegaba esa opción para -según palabras textuales- ‘evitar nuevos incidentes’ y por ‘el bien de las dos partes’.
De esta manera, Yoann Lemaire ponía fin a su etapa de jugador del F. C. Chooz, tras catorce años de dedicación al club. Y aunque el propio Yoann Lemaire afirmó ejercer acciones legales al considerarlo todo un acto de homofobia también declaró que su carrera como futbolista podría haberse terminado.
Asimismo, poco después de los acontecimientos, Lemaire declaró que lo que más le había dolido de todo esto es que ‘a pesar de sus insultos, los jugadores nunca fueron castigados ni sancionados porque al presidente del club no le parecía una discriminación’.
Tras conocerse públicamente la noticia, y la injusticia cometida contra el jugador, varios equipos manifestaron su deseo de que Yoann Lemaire pasase a formar parte de sus filas como un jugador más.
De ellos, ha sido finalmente el Vireux Club el que ha vuelto a llevar al campo a este jugador homosexual que, aunque afirma tener miedo por la expectación que genera ante las cámaras, seguro que vuelve a disfrutar como nunca de hacer lo que más le gusta.
En su nueva etapa como jugador, Lemaire ha afirmado que el principal problema de todo esto es que en Francia no se conoce ningún otro deportista gay, al menos en el fútbol. Pero haberlos, haylos. Y muchos, aunque escondidos. Y ésa es una de las razones que hacen que se piense en que el deporte y la homosexualidad son incompatibles y no pueden ir de la mano.