El hombre es un ser variado. Hay tantas clases y modelos que si no llegan a satisfacer los gustos de unos, lo harán de otros. Es una bondad del ser humano que ayuda a satisfacer los instintos más profundos que, en mayor o menor medida, todos tenemos.
Desde aquí recopilamos algunos de los ejemplares masculinos que vagan por las calles de nuestras ciudades en busca de su otro yo. Una visión distinta al chulazo tradicional, en definitiva, una realidad.
No es de lo más común pero existen. Un hombre cuidado, de cuerpo trabajado y buena genética, es decir, el chulo. Esta especie suele encontrarse en lugares y a horas muy concretas por lo que no es fácil dar con ellos.
Una característica que se repite en este grupo es su inaccesibilidad para el común de los mortales, lo que les convierte en un conjunto algo sectario. Los chicos perfectos no abundan en las calles, es por ello que nos vamos a centrar en el hombre que pisa el asfalto.
¿Quién no ha posado de esta guisa con el amigo de turno? Esta es la realidad que inundan las discotecas de nuestras ciudades. Chicos con un sentido del vestir particular, poco preocupados por los detalles en los complementos y un uso excesivo de su amigo más fiel: la gomina.
No es difícil dar con ellos ya que repiten patrones de comportamiento como hacer una hilera de cuerpos que rodean por completo la barra del local o realizar movimientos claramente descompasados cuando el alcohol corre por sus venas.
El prototipo masculino que reinó durante los años 70 y 80, y que sigue calando hondo en muchos hombres, es el de Burt Reynolds. Este perfil del western americano presenta una imagen masculina, de eso no hay duda, pero este modelo llevado al ciudadano de calle resulta, en muchas ocasiones, un perfil excesivamente rudo.
Lo cuestión no radica en tener o no vello coprporal, sino que es una cuestión de cómo se lleva. Lo importante es una imagen cuidada, y esto depende de cada uno. Así que si eres de los que el vigor se aprecia en tu ‘melena’ cuídala, ya que puede tener su punto erótico, y dotarte de un aire masculino que nunca viene mal.
¿Quién dice que los domingos son aburridos? Todo es cuestión de planteamientos. Una propuesta: quedar con tus amigos en un bar para tomar unas cañas. Esto en el género hetero se suele acompañar de un partido de fútbol, en el caso homo la quedada va más encaminada a comentar las jugadas nocturnas del fin de semana o las expectativas para la que entra.
Unos y otros, alrededor de una mesa y con amigos, es un tópico que se repite al margen de tus gustos personales.
Es una de las imágenes más repetidas en nuestras calles. Se trata de los chicos que quieren y no pueden, o quizás no saben. Hablamos de aquellas personas que intuyen lo que está de tendencia sin saber por dónde le ha venido esa idea. Hacen una selección de lo mejor de cada casa y lo intentan combinar en ellos sin saber que todo no se puede llevar.
Es difícil creer que te va lo informal, con un look cuidadosamente descuidado y llevar una medalla de oro en el pecho. Son combinaciones imposibles que muestran la verdadera personalidad del que quiere y no puede. Buen intento.
En la naturalidad está la clave. Se les podría denominar como ‘chicos de diario’, es decir, aquellas personas que muestran un aire natural y espontáneo, a la vez que cuidado. Si bien, en un primer momento pueden pasar desapercibidos, a la larga se convierte en el prototipo más demandado.
Una apariencia más alternativa y desenfadada imprime un aire cercano que invita a conocera quien lo lleva.
Un tópico que parece confirmarse es el de los feos atractivos. Personas con encanto que por una u otra razón llegan a gustar. Unos lo critican, otros aseguran que están pasados de moda pero la realidad es que al que más o al que menos le gusta alguien detallista y que se preocupe por uno.
Si además de elegancia y señorío tiene un trasfondo de picardía lo tiene hecho, el mundo a sus pies.
Una combinación de todo lo anterior podría darse en este caso. Un chico cuidado y sin excesos, todo en su justa medida y proporción.
Un cuerpo trabajado, pero sin dedicación exclusiva; un peinado cuidado, pero natural, en definitiva, un chico normal, que al fin y al cabo, es lo que más gusta.
Si la fotografía anterior marcaba la línea de un prototipo ideal, aquí se muestra todo lo contrario. Las cosas tanto por exceso como por defecto no gustan, y esta imagen muestra un ejemplo de exceso. Los hombres hipermusculados suelen dejarse su sex appeal en los gimnasios. Evita este modelo, por tí y por el bien común.
Hay una cosa clara en esto de los gustos acerca de los hombres: cada uno tiene el suyo, por eso es difícil crear un modelo a seguir. La clave del éxito se encuentra en ser uno mismo.