Por fin el cantante londinense va a poder cumplir uno de sus sueños: pasar de novio a esposo.
Hace unos días que Patrick Wolf anunció vía Twitter que el chico con el que comparte vida desde hace tres años y medio, ¡le ha pedido matrimonio!.
Con estas palabras lo comunicaba en la red social: ”Este es el día de año nuevo más feliz de mi vida. William Charles Pollock me ha pedido matrimonio, ¡por fin!”
Qué buena forma de empezar el año, ¿verdad?
Pero claro, aún es pronto para saber más detalles del enlace…
Nada se sabe de la fecha, ni del lugar, ni del traje, ni ná de ná del bodorrío, pero vamos que conociendo a Wolf no nos extraña que en los próximos días vaya twiteando el diario de su boda…
Ya lo dejaba claro en 2007:
”En la misma manera en que no sé si mi sexto álbum vaya a ser de metal o de pop para niños, no sé si estoy destinado a vivir mi vida con un caballo, un hombre o una mujer. Hace que la vida sea mejor…”
Mejor no sabemos, pero tal vez menos aburrida…
”Mi sexualidad es algo liberal, me enamoro de hombres y mujeres. Supongo que pueden llamarme bisexual. Me gusta tener sexo, enamorarme. No me gusta darle terminología a mi sexualidad”.
Pero tras estas declaraciones parece que al fin el cantante se ha decantado por su lado homosexual alejándose pues de heteradas y zoofilías -por el momento, al menos-.
Pero si por algo destaca este cantante -aparte de por su peculiar música- es por no pasar desapercibido con sus numerosos cambios de look.
Ahora, desafiando al buen gusto y al sentido de la estética comparte tinte con nuestra querida Alaska. Vamos que lo suyo no es la discreción…
Quién se iba a imaginar que este rockero londinense tuvo sus primeros contactos musicales en los coros de las iglesias de su barrio; se podría decir que Wolf pasó de voz de ángel a sonidos un poco endemoniados.
El tecno, el rock, el folklore inglés y la música electrónica se han convertido en el sello musical de este polifacético que también peculiar Patrick Wolf