Ni su fama ni su buen hacer en el mundo de la moda impidieron que el diseñador John Galliano fuera despedido y dejara de formar parte del mundo Dior a causa de las declaraciones muy poco apropiadas durante una noche de juerga y borrachera.
Además de soltar todo tipo de improperios por su boquita, Galliano se atrevió a gritar de forma muy exaltada que amaba a Hitler, un hecho que dejó consternada a toda la población.
Esta salidas de tono no sólo provocaron que Dior lo echara por la puerta de atrás sino que su imagen de gran diseñador quedara manchada por los demasiados desfases y adicciones a que suele estar acostumbrado
Aunque hasta este momento había sido vista más como la plebeya que trataba de cazar al príncipe que como una futura reina de Inglaterra, la lección de saber estar que Kate Middleton demostró en los días previos y durante su boda con el príncipe Guillermo de Inglaterra hizo que se metiera en el bolsillo a muchos británicos.
Su gran acierto con el vestido de novia -hecho por el diseñador Alexander McQueen- que eligió para su gran día se convirtió además en el detonante que dejó claro el estilo y el carácter propio de la futura reina.
Tal fue el éxito de su vestido, que los días sucesivos al enlace muchas de las tiendas de boda británicas ya tenían una réplica de él y cientos de novias soñaban con conseguirlo.