Los destinos más originales para los viajeros más atrevidos

Estrategia de negocios, publicidad, originalidad o la oportunidad de ser únicos. Quizás sea una de esas, o todas o ninguna la verdadera razón por la que se le da forma a algunos hoteles a los que podríamos llamar insólitos, extravagantes, curiosos, singulares o divertidos.

Ya sea por el lugar en el que se emplazan, por la forma que poseen, por los servicios prestados o por los materiales utilizados en su construcción, éstos sin duda llaman la atención, y es imposible no sucumbir ante ellos.

¿Dormirías dentro de un avión o en una cárcel?
¿O te llama más la atención una estancia en vino o al más puro estilo western? ¡Descubre los hoteles donde puedes pasar la noche más exótica de tu vida!

Sin duda, es un hotel completamente fuera de lo normal, más bien podría considerarse una obra de arte habitable en si misma

El ‘Propeller Island City Lodge’ de Berlín cuenta con 45 habitaciones únicas, creadas por el artista berlinés Lars Stroschen, que al parecer disparó su vena más alocada para decorar cada uno de los ambientes.

La habitación minimalista, la habitación caleidoscopio, dormir en una cama voladora, en un sarcófago, en una cama colgante o en una celda de prisión, todo es posible en este hotel. Incluso, una de las habitaciones más locas está al revés, o sea, tiene la cama en el techo.

Lo menos extraño aquí sorprendentemente son los precios. Puedes disfrutar de habitaciones entre los 70 y 180 euros. Ahora bien, ¿quién se atrevería a dormir por las nubes?

¿Te acuerdas de las pelis de indios y vaqueros? Pues si eres un amante de los clásicos y aún sueñas con Clint Eastwood y su palillo en la boca, este hotel es tu elección.

Conocidas como tipis, estas tiendas cónicas ya son inconfundibles, y aunque resulte extraño, parecen ser de lo más cómodas. Se encuentran situadas en la mítica Ruta 66, en la costa oeste de Estados Unidos, muy cerca del famoso desierto de Arizona.

Así que dale un toque western a tus noches de pasión y opta por los Wigwam Motels, dormir en una cama de matrimonio al más puro estilo indi sólo te costará 70 dólares.

Si te imaginas que dormir en una cueva es una estancia fría, oscura y sucia, te equivocas. Lujos, detalles, y todo tipo de comodidades es lo que encontrarás en este pedazo de hotel de cinco estrellas de la Capadocia turca

Desde luego lo mejor del Gamirasu es su ubicación, ya que hasta hace poco estuvo habitada por un convento de monjes bizantinos de más de mil años de antigüedad.

Construido sobre seis cuevas, tiene 27 habitaciones, todas ellas diferentes, y que contienen rincones llenos de encanto, sin perder el aire rústico y espiritual del lugar.

¡Quién dijo que no podría estarse cerca de los dioses!

Si eres claustrofóbico o no te gusta el olor a vino probablemente éste no sea tu alojamiento favorito. El hote-restaurantel de Vrouwe se sitúa en Stavoren, Holanda y ya forma parte de los destinos más exóticos en todo el mundo.

Sus curiosas habitaciones instaladas en auténticas barricas de vino no cuentan con la amplitud suficiente para una cama grande, pero sí dos camas pequeñas a cada ladito. Así que abstenganse ositos nocturnos.

Resulta un lugar bastante curioso y en un entorno muy agradable, una localidad pesquera y rodeada de vegetación en la que desde luego a mí no me importaría perderme. Además podremos elegir dormir en barrica de vino blanco o tinto según los olores más afines a nosotros. ¿Harán un sucedáneo con otras bebidas?

¿Te imaginabas dormir en una tubería? Das Parkhotel es un curioso proyecto austríaco que sin duda merece mención aparte. No está destinado a viajeros exigentes ni amantes del lujo, sino a personas que están de paso en una ciudad.

Las habitaciones son tubos de construcción habilitados con un dormitorio y poco más. Están disponibles en algunas ciudades como Linz y Ottensheim, y el precio por alojarse allí es únicamente la voluntad, lo que uno quiera pagar.

Claro que no ofrecen ni aseos ni ningún tipo de servicio, sólo la cama y punto, por lo cual el mantenimiento es casi cero. Al parecer el proyecto lleva ya varios años funcionando con bastante éxito, incluso hay que reservar por internet para tener acceso a uno de estos parkhotels. Quien lo iba a decir, ¿te animas?

El Utter Inn es uno de los hoteles más singulares del mundo. Está situado en Västeras, Suecia, a tres metros bajo la superficie del Lago Mälaren.

Es obra del artista local Mikael Grenberg y consta de una sola habitación , que ¡aviso! cierra durante el invierno. Existen dos tipos de estancias que se pueden reservar en él: la estancia De Luxe, en la cual te hacen la cama, te limpian la habitación y te llevan la comida en una barca. Y la estancia Bohéme, en la que todo eso corre de tu cuenta, y es claramente la más barata.

No hay mucho que hacer en este hotel, salvo mirar por las cristaleras panorámicas de la habitación submarina, explorar la isla deshabitada que hay en las cercanías, o nadar. A mi sin duda me parece un lugar excelente para desconectar de todo y pasar una temporadita

¿Cuánto incómodo es dormir en un avión? Pues depende, porque si es en el Jumbo Hostel parece que nada. Dentro de este Boeing 747-200 del año 1976, situado en el aeropuerto de Estocolmo, se han creado 25 habitaciones cuyos baños y duchas son compartidas con el resto de pasajeros.

Eso sí, los más exigentes puede alojarse en la suite, que además de tener aseo propio, está situada en la cabina del piloto, por lo que las vistas del aeropuerto son cuanto menos curiosas.

Se acabaron los gritos y enfados por las continuas cancelaciones y retrasos. Ahora vamos a desear pasar una noche en el aeropuerto.

Ya no hace falta levantarse a las 7 de la mañana para tener nuestra toalla al ladito del mar. Ahora dormir en la playa es posible y además muy barato.

El primer hotel de arena del mundo se encuentra en Dorset, Inglaterra y fue construido en tan solo una semana gracias a cuatro escultores y unas 1000 toneladas de arena.

Está claramente dirigido a un público excéntrico, que le guste sentir la arena entre los dedos de los pies, acostarse con ella en la ropa y levantarse acariciado por la marea que se cuela por debajo de la puerta de la habitación. El precio por ‘habitación’ es de tan solo 20 dólares, eso sí no esperéis ni intimidad y silencio, ya que no incluye ni techos ni baños.

¿Adecuado para un viaje romántico?