Los JJOO Río 2016 que acaban de finalizar han contado con la mayor presencia de atletas LGTB de toda la historia del olimpismo.
Si Londres doblaba a Pekín en cuanto a presencia de atletas fuera del armario, Río ha hecho lo mismo con los celebrados en la capital británica. Un espectacular aumento que debe ser recibido con los brazos abiertos.
Todxs y cada unx de los atletas se han convertido en un modelo de superación, en un ejercicio de visibilización del colectivo LGTB a nivel mundial.
Además, el 35% de los atletas de la comunidad que ha pasado por Río ha conseguido llevarse una medalla a su casa. En algunos casos, como el de Rachele Bruni o Rafaela Silva, la presea ha ido acompañada de unas declaraciones en las que se ha hecho pública su orientación lésbica.
Unas medallas que saben a inclusión, que se encargan de empoderar al colectivo LGTB y que han transformado a los JJOO de Río en los más LGTBfriendlys de la historia.