Con faldas y a lo loco, todo le sienta bien. No es escocés pero ganas dan de levantarle la falda para comprobar lo que hay debajo, aunque ya en ‘Los Tudor’ nos hemos podido hacer una idea en sus acaloradas escenas de sexo.
Otras actrices que han compartido cama con él más allá de los rodajes, como Toni Collette, Asia Argento o Estella Warren también pueden dar fe de los encantos de Jonathan.
Y terminamos esta galería viéndole en su máximo esplendor. Aunque si te ha sabido a poco y tienes ganas de más, puedes seguirle como Enrique VIII cada jueves en TVE1.
Líos y romances para que sean aún más ardientes las ya de por sí calurosas noches de verano.
Tres años después de su estreno internacional, TVE estrena en primicia ‘Los Tudor’, en sustitución del gran éxito de la temporada, ‘Gran Reserva’.
La serie, que ya cuenta con cuatro temporadas, se centra en los años jóvenes de Enrique VIII, al que da vida el sex symbol Jonathan Rhys Meyers. Con anterioridad su historia ya se había llevado al cine, aunque con un talante bien distinto.
Tradicionalmente, Enrique VIII ha sido interpretado por actores pelirrojos y obesos que guardaban semejanza con los retratos del rey. Sin embargo, para la adaptación televisiva se ha elegido a un pivón que va más acorde con el icono sexual que fue el que durante casi cuarenta años escandalizó a Inglaterra con su reinado. ¿Quieres conocer su historia? Sigue leyendo.
La vida de Enrique VIII estuvo cargada de exceso y de mucho pero que mucho sexo. Con sólo 18 años contrajo matrimonio con la viuda de su hermanos, con la que hizo lo imposible para divorciarse y casarse con su segunda esposa a la que posteriormente asesinaría. Sus prácticas y sus numerosas experiencias erótico-amorosas cambiaron el rumbo de todo un país.
Precisamente con ese objetivo nacía el proyecto de Michael Hirst para Showtime, que pretendía reflejar los años mozos del rey en sólo 10 capítulos. El éxito de público y la nominación de la serie a los Emmy han llevado a la productora y a la cadena a grabar cuatro temporadas hasta el momento.
Su productor, Michael Hirst, es un hombre completamente obsesionado con la dinastía Tudor, que decidió centrarse en los primeros años de Enrique VIII, en los que el monarca era descrito como un joven atlético y apuesto.
La elección del joven actor Jonath Rhys Meyers ha sido muy criticada en Inglaterra, ya que no coincidía con el icono del rey que la población poseía en su imaginario. Sin embargo con el tiempo la elección de Meyers se ha ratificado como uno de los pilares del éxito de la serie.
El actor irlandés ha puesto el país patas arriba como en su momento lo hizo el rey Enrique VIII. Sus pasionales escenas sexuales y las ardientes sesiones fotográficas le han catapultado como uno de los británicos más deseados del momento.
Atrás han quedado las voces críticas con la telenovelización de la serie, que sin duda han sido acalladas por el talento seductor de Meyers. El productor Hirst lo tuvo claro desde el principio, ya que no quería hacer un documental histórico sino realizar una teleserie que demostrara que las pasiones y deseos son intrínsecas a la condición humana y que ni siquiera un rey puede escapar de ellas.
Pasión y deseo que llevaron incluso a cambiar la religión de todo un país. Nada le importó su matrimonio con Catalina de Aragón a la hora de defender su amor por Ana Bolena, que acabó decapitada por adulterio.
Intrigas, muertes, escándalos y sexo fueron los ingredientes de la biografía del rey más polémico de Inglaterra. Verla proyectada en Jonathan Rhys Meyers es todo un regalo para nuestra vista.
Si Enrique VIII tuvo seis esposas, al joven actor tampoco le faltan candidatas. Ni candidatas ni proyectos, ya que ‘Los Tudor’ ha relanzado aún más su carrera cinematográfica.
Con casi una cuarentena de películas a su espalda y casi al borde los 33 años, su film más conocido es ‘Match Point’ de Woody Allen (2005), anterior a la serie. En esta película, en la que compartía cartel con Scarlett Johansson, fueron muchos los rumores que la relacionaron sentimentalmente con su compañera.
Sin embargo la vida de Meyers tiene muy poco o nada que ver con la del polémico rey, ya que tras ser negado el noviazgo por ambas partes, apenas se le han conocido romances. Un hombre discreto que se define soltero y libre porque de momento sólo tiene tiempo para su profesión.
Pero Jonathan también ha protagonizado algún que otro escándalo. Cierto es que no se ha cargado a ninguna de sus amantes, pero en noviembre de 2007 fue arrestado en el aeropuerto de Dublín por alteración del orden público y por estar bajo los efectos del alcohol.
Fue liberado bajo fianza y días más tarde fallecía su madre a los 50 años. Un duro golpe para el irlandés, que había sido criado por ella desde que sus padres se divorciaran cuando sólo tenía 3 años.
Nació con problemas de corazón y pese a que los médicos no le dieron muchas esperanzas de vida su fuerza y su constancia le lanzaron al estrellato. Él tenía la corazonada de que valía para ello y vaya si ha acertado.
Su último trabajo -en 2010- ha sido ‘Desde París con amor’, que ha combinado con el rodaje de ‘Los tudors’. Sin embargo, en España es más conocido quizá por sus trabajos publicitarios y sus flirteos con el mundo de la moda, que también le ha echado el ojo.
En la actualidad, es la cara de la nueva fragancia de Hugo Boss, pero éste no ha sido su único trabajo para las firmas de ropa.
Años antes, en la campaña otoño invierno de 2006, Meyers era el modelo seleccionado para la colección de Versace. Firma con la que repetiría en la primavera de 2007.
Su belleza y sus intensos ojos azules han enamorado a la cámara dentro y fuera de los estudios de cine.
Pero en la calle, alejado de las caracterizaciones de Enrique VIII y de los posados, él prefiere vestir casual y cómodo.
Lo cierto es que Jonathan está muy mono se ponga lo que se ponga y si no, observa las dos últimas fotos.