Greta Garbo

Se cumplen dos décadas de la muerte de una de las grandes divas del cine de los años 20 y 30, Greta Garbo.

Un mes de abril de 1990, murió Greta Lovisa Gustafsson dando paso al mito de ‘La Divina’, como algunos conocían a la actriz.

Su vida, personal y profesional, ha dado para mucho. Los rumores sobre sus amores y estilo de vida han alimentado el misterio que envuelve su leyenda.

La vida de Greta Garbo ha estado rodeada de un halo de misterio que ha alimentado el mito. Muchas fueron las preguntas sobre su vida personal que no contestó. Este hecho ha alimentado los rumores sobre sus preferencias sexuales hasta hoy día.

Siempre se ha hablado de su bisexualidad y son numerosos los amantes, hombres y mujeres, que han pasado por su vida.

Entre los nombres femeninos se habla de la actriz mexicana Dolores del Río y la escritora Mercedes de Acosta, aunque quien sería su pareja durante largo tiempo en una fría relación fue John Gilbert, al que conoció en el rodaje de la película ‘El demonio y la carne’ en 1926.

Pero, Greta Garbo es mucho más que rumores sobre su vida personal. Su trayectoria en el cine es el mejor pasaporte hacia el firmamento de las estrellas.

En 1933 portagonizó el filme ‘La reina Cristina de Suecia’. Hasta aquí algo normal para una actriz, pero lo que llamó la atención es su personaje ya que a pesar de los continuos rumores sobre su bisexualidad, Greta Garbo aceptó su papel más gay de su filmografía al interpretar a la reina Cristina de Suecia, de la que se dijo que era lesbiana y que mantuvo relaciones lésbicas con otras nobles.

En esta película, la Garbo aparecía ataviada con vestimenta masculina y frecuentando tabernas, una actitud que en aquella época no pasó desapercibida, aunque no nos quedamos aquí porque Greta Garbo es mucho más.

Greta Garbo nació el 18 de septiembre de 1905 en una humilde familia sueca. Desde muy niña comenzó a trabajar en unos grandes almacenes de Estocolmo donde su belleza no pasó inadvertida y pronto le propusieron algunos trabajos como modelo publicitario.

Consciente de su potencial, ingresó en 1922 en la Academia Real de Arte Dramático de Suecia, donde filmó dos películas junto a su descubridor y director fetiche Mauritz Stiller, quien también sería contratado por Hollywood.

Mauritz Stiller fue uno de los grandes productores del cine mudo, quien se la llevó con él, primero a Alemania y luego a Estados Unidos.

Greta Garbo pisó, por primera vez, suelo americano en 1926 tras rodar tres largometrajes y dos cortos en su país natal.

Desde entonces, los directores más prestigiosos del momento se mostraron interesados en una joven sueca recién llegada a la tierra de oportunidades.

Tras dar vida a numerosos personajes en el cine mudo, 1926 supuso un gran salto en su carrera al participar en tres largometrajes en los inicios del cine sonoro. ‘El Torrente’, ‘La tierra de todos’ y ‘ El demonio y la carne’ fueron sus primeros títulos.

Sus primeras apariciones en el cine americano despertaron gran interés entre público y crítica.

Pronto llegarón películas como ‘La mujer divina’ en 1928, de ahí viene su apodo ‘La Divina’; o ‘La dama misteriosa’. Papel en el el que encajaba a la perfección ya que se la conocía como una mujer misteriosa, fría y distante.

Greta Garbo adoptó con rapidez su papel de gran diva al tiempo que aumentaban sus éxitos tras cada película. Uno de los títulos que más satisfacciones le produjeron fue ‘Ana Christie’ en 1930, cuyo director fue Clarence Brown. Este personaje le valió una nominación a los Oscars.

Clarence Brown se convirtió en su director más socorrido y William Daniels su director de fotografía favorito, sólo cabe decir que casi todas las películas de Garbo fueron fotografiadas por Daniels.

Fue nominada en tres ocasiones al Oscar como mejor actriz por ‘Ana Christie’ y ‘Romance’, ambas en 1930 y ‘Ninotchka’ en 1939, aunque en ninguna de las tres ocasiones consiguió la estatuilla.

En 1954 la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas le concedió un Oscar especial ‘en reconocimiento a su interpretaciones’. Además de este galardón, obtuvo en dos ocasiones el premio de la crítica de Nueva York por sus papeles en ‘Ana Karenina’ en 1935 y ‘La mujer de las dos caras’en 1941.

Mata Hari, en 1931 es uno de sus papeles con mayor trascendencia de su carrera. Suponía su madurez profesional. Su nombre se escribía con letras doradas en el firmamento hollywoodense pero, de forma repentina, desaparecío del mundo mediático.

En 1941 cuando sólo contaba con 35 años ‘La Divina’ se retiró tras rodar ‘La mujer de las dos caras’. Más tarde se supo que su abandono se debió a que ella nunca quiso envejecer de cara al público. Desde ese momento se la conoció como ‘La Misteriosa’ por el secreto que rodeaba su vida privada y que dio pie a numerosos rumores.

Hoy, tras veinte años de su muerte, Greta Garbo sigue siendo una referencia cinematográfica y siempre será recordada como uno de los rostros más bellos y elegantes que ha dado el séptimo arte.