Aunque destacaba tanto como modelo como cantante en la década de los setenta, Grace Jones consiguió la popularidad global casi instantánea gracias a sus intercenciones en películas de cine, donde pudo mostrar su musculado físico y rígido semblante.
‘Conan el destructor’ y ‘Panorama para matar’ son sus más dos icónicas presencias en la gran pantalla. ‘Boomerang’ – junto a Eddie Murphy, ya en los noventa- puede considerarse una guilty pleasure en toda regla, gracias a la lengua sucia de su papel.
Tenemos que reconocer que lo que más esperamos de sus autobiografía será -además de los cotilleos de la noche neoyorquina en los ochenta- la manera de expresarse de la artista, pues como todo el mundo sabe, no le hacen ‘falta sardinas para beber agua’.
Todo porque creemos que Grace Jones es, además que un icono transgeneracional, la herramienta que muchas querríamos tener cerca para acallar bocas prejuiciosas y desmontar actitudes pseudopaternalistas. ¡Larga vida, Grace!
El año pasado, durante el Jubileo de Diamante de la reina de Inglaterra, Grace demostró que a sus ‘sesentay’ se encuentra en una forma física envidiable.
Habrá quien ahora rebata su estado mental al deciros que se subió al escenario para cantar su emblemático ‘Slave to the Rythm’ haciéndo girar contínuamente durante la actuación un hula hop. No encontramos momento más épico en el que hayamos visto a la cantante en los últimos tiempos.
Después de un largo tiempo sin saber absolutamente nada de ella, en 2008 Gace Jones reapareció con un soberano discazo: ‘Hurricane’ -nota: la diva ha publicado recientemente varias fotografías en una sala de garbación, por lo que se espera un nuevo disco más pronto que tarde-.
El álbum, que mezclaba el dub jamaicano y el trip hop de manera incontestable devolvió todo el esplendor a la artista en la sesentena, por lo que se embarcó en la segunda gira de su carrera, casi treinta años después de la primera.
La artista multidisciplinar, icono andrógino, racial y ochentón -y bestia parda donde las haya- Grace Jones ha anunciado esta semana que el año que viene publicará sus memorias con la Gallery Books.
A pesar de que no ha trascendido el título de la misma, no dudamos ni un segundo en que la biografía de esta poderosa mujer va a estar llena de revelaciones de su atrevida forma de vida e inspiradora existencia y carrera. Si quieres enterarte del por qué, sigue leyendo…
Desde su aparición en la escena neoyorquina -y su posterior consagración como modelo en Europa- la poderosa imagen y fortaleza de Grace Jones ha atraído e inquietado a partes iguales.
Su androginia, su irreverente pose ante las conveciones sociales y la ruptura de los estereotipos asociados a las mujeres de raza negra hicieron que los sectores underground se dieran de galletas para estar a su lado, mientras los diseñadores más audaces la solicitaban para sus pasarelas.
Aunque mucha gente piensa que el punto débil de Grace Jones ha sido la música -quizá por su arriesgado eclecticismo-, su gran rango vocal y sus característicos y profundos fraseos han configurado una muy personal impronta.
‘Pull Up to the Bumper’, ‘Private Life’ y ‘Slave to the Rhythm’ fueron grandes bombazos en los ochenta que no parecen nada desactualizados en la actualidad. ‘La Vie en Rose’, por otro lado, pasó de clásico reinterpretado a caspotune por su uso manido en programas de entresijo y colorín.
Su relación con la industria de la moda, junto con su apabullante carisma, le permitió mostrarse en presentaciones en público con avanzados estilismos que otorgaron de un halo de deidad todas sus apariciones.
Todo esto tiene el valor de suceder en una época previa a la globalización y de acceso irregular de la sociedad occidental a la cultura -por no decir que tambien sucedión mucho antes de que se estableciera el concurso de mamacharrerismo estilístico del que ahora ‘disfrutamos’ en cada esquina de cualquier gran urbe-.