Dicen que todo está más cerca de lo que pensamos. Y esto también pasa en las profesiones. ¿Cuántos actores se han puesto detrás de las cámaras? ¿Cuántas cantantes han dado el salto a la gran pantalla? ¿Cuántos futbolistas acaban siendo entrenadores?
Pues, siguiendo esta misma líena, la fotografa Gigi Stoll, dejó de lado las pasarelas llenas de glamour, para colocarse detrás de las cámaras que antes la fotografiaban. Y nosotros lo agradecemos, porque estas grandes imágenes son dignas de ser vistas: desnudos de lo más erótico, son sus cartas de presentación.
Desde que comenzó como modelo, Gigi tuvo que viajar por toda Europa para participar en sesiones de fotos. Por ello, uno de sus mejores amigos le regaló una Polaroid, con la idea de que fueses haciendo fotos de todos los lugares que visitaba. Lo que este amigo no sabía, es que acababa de abrir la veda a una nueva pasión: la fotografía
Con su nuevo juguete, Gigi fue haciendo fotos y dejó con la boca abierta a varios fotografos y agentes que trabajan con ella, por lo que se planteó mover ficha, y ponerse detrás de la cámara siendo ella la que disparase.
‘Si tengo que escoger una temática para fotografiar, los desnudos son mi primera elección’. Con estas palabras, claras y transparentes, Gigi reconoció en una de sus últimas entrevistas que los desnudos, ya fuesen de hombres, mujeres, homosexuales o heterosexuales, era una de sus grandes pasiones.
A través de sus desnudos, suele jugar con las sombras, de las que dicen poseen un alto nivel erótico. En este caso, la foto no deja duda…
Nacida en San Antonio, Texas, también ha afirmado que le encanta trabajar con bailarines y modelos que sepan mover el cuerpo. Evidentemente, eso tiene sus ventajas, ya que no todo el mundo tiene ese arte para poder salir en las fotos con esas posturas y quedar así de sensual.
Gigi ha asegurado que la mayor parte de estas fotos están hechas en el salón de sus propia casa, ya que es el lugar que mejor intimidad y tranquilidad le proporcionan. Como es evidente, un hogar siempre es un sitio mucho más acogedor que un estudio lleno de cables y focos, por lo que los modelos también agradecen este ambiente zen que la propia Gigi es capaz de recrear.