Cobran y venden más discos que Leonardo Dantés, pero tienen un vicio en común: la adicción a las pelucas. Rubias, morenas, de colorines, rizadas o lisas. Eso es lo de menos. Lo importante es cambiar.
Cambiar y engañar, ya que la calidad y el precio de sus postizos es tal, que para muchos pasan desapercibidos. ¿Quién no ha pedido en la peluquería que le cortaran el pelo o le hicieran unas mechas como el famoso de turno? ¿Quién no ha comprado las lacas, tintes o champús que publicitan? En definitiva, ¿quién no las ha envidiado alguna vez?
¡Pues dejad de hacerlo que la envidia es muy mala y los cosméticos carísimos! Nuestro consejo es más económico y funcional. Corre al ‘chino’ de turno y no te preocupes más por salir peinada de casa. Duerme, baila, salta o haz lo que quieras. Una única premisa: ‘No sin tu peluca’
Ya no tiene la voluminosa melena de sus primeros filmes y ha cambiado el rojo intenso por un rubio que hibrida con el pelirrojo. Los años no pasan en balde y también dejan su huella en Hollywood. Algunas se resisten a golpe de bisturí y botox y otras se aplican los trucos de belleza de nuestras abuelas.
Nicole Kidman afirma no haber pasado por el quirófano aunque todos sabemos que sí. En cambio, le da menos pudor aceptar que usa pelucas en sus filmes. Y es que el pelo de la australiana está tan debilitado que el uso de postizos carísimos es una clausula contractual. Amenábar tuvo que pasar por el aro en ‘Los Otros’ y gran parte del presupuesto se fue en pelucas. Otro film en el que Nicole no sólo no se pone peluca sino que se la quita es ‘Nine’ (2009), uno de los momentazos de la obra que no consiguió repetir el éxito de ‘Moulin Rouge’ (2001).
Del cine a la música. Además de por sus curvas, Beyoncé es mundialmente conocida por su melena felina y por sus ‘rizos perfectos’ como ella misma se define en el spot de una marca de cosméticos. ‘Porque ella lo vale’, que si no jamás le perdonaríamos la desfachatez de sus mentiras.
Las fotos le delatan, y en su frente podemos observar que a pesar del realismo, la diva usa peluca. ¡Pero no cualquier peluca! Las de Beyoncé están valoradas en más de un millón de euros, lo que demuestra que la cantante no tiene ‘ni un pelo de tonta’. Ni un pelo, pero sí ‘un vello’ de tonta o de lista, ¡que hay café-itarse, guapa!
Penélope Cruz tiene mucho en común con la cantante, ya que es uno de los rostros del nuevo Hollywood que abogan por la no depilación. Pero no es la única semejanza. La española protagonizó una campaña publicitaria de esa misma marca, que fue denunciada por la falsedad de lo anunciado. En este caso se trataba de un anuncio de pestañas, en la que al diseñador gráfico se le fue la mano con el photoshop. Esta no ha sido la única ocasión, en la que se han retocado las fotos de la de Alcobendas, a pesar de que dispone de una ‘buena mata’. Todo sea por convertirse, con permiso de Tamara-Ámbar-Yurena, en la nueva reina de la laca.
Otras veces, el uso de pelucas, se ha debido a exigencias del guión o por no castigar o cortar su pelo en las películas. Enumerarlas todas sería imposible, pero queremos destacar la estética que luce en ‘Los abrazos Rotos’ (2009), en los que cansada de emular a Sofia Loren aparece caracterizada con un aire muy Audrey.
Mencionada con anterioridad, la gran dama del cine italiano también tira de postizos y de wonderbra para mantener en alza los encantos que la convirtieron en toda una estrella del cine. A ella parece no afectarle la ley de la gravedad. Todo lo contrario, es como si constantemente estuviera encapsulada en una nave espacial.
Con un escote siempre pronunciado y con su voluminosa melena (peluca) castaña caoba, a la romana no hay alfombra roja y festival que se le resista. Su última aparición en la gran pantalla ha sido la anteriormente mencionada ‘Nine’ (2009), en la que visto lo visto, parece que a todas sus protagonistas les gustan mucho los postizos. Este musical supuso su vuelta a la meca del cine, donde no nos olvidamos de este mito que ganó dos Oscar de la Academia por ‘Matrimonio a la italiana’ y ‘Dos mujeres’. En 1991 recibió otra estatuilla honorífica seguro que por lo bien que se conserva (aunque sea con truquitos).
Por un motivo muy diferente utilizó peluca la cantante del ‘Baby one more time’. Estaba en el peor momento de su vida y de su carrera cuando Brit decidió raparse la cabeza como acto de liberación. Tardó poco en arrepentirse y en lucir pelucas de los más variopintos colores para tapar su azotea.
Lejos de quedarle bien, como a otras famosas como Halle Berry, el pelo rapado no le favorecía a la Spears, que en aquel tiempo también pasaba por su peor estado de forma. Las pelucas tampoco resultaron un buen remedio, ya que en nada se asemejaban a los pelucones cuidados de alguno de sus videoclips como ‘Toxic’. Aún así, estas pelucas de andar por casa también tuvieron cierta repercusión como observamos en la siguiente foto.
Dos ejemplos de las tendencias que marcó Brit son Shakira y Scarlett. De la primera de ellas podemos decir que la hemos visto en más de un ‘sarao’ con peluca y que además de los múltiples cambios de look (del pelirrojo al rubio y del ondulado al liso) sabemos que la colombiana es una fiel consumidora de las extensiones. Profesionalmente, en ‘Te dejo Madrid’ se cortó la coleta como los toreros y en ‘Las de la intuición’ utilizó una peluca morada que nos recuerda mucho al periplo decadente de la Spears.
También pudimos ver a Scarlett Johansson con un corte y color similar en su mejor película, ‘Lost in translation’ (2003) de Sofia Coppola.
Pero sin duda la que ha vuelto a poner de moda el mundo de la peluca ha sido Lady Gaga. Lo ha hecho con tocados imposibles e incomodísimos. No sólo para ella, sino también para sus acompañantes que en más de una ocasión no han podido ver ceremonias y entregas de premios por tener la mala suerte de tocarle en el asiento de detrás de Truenito. Ella sin duda es la más imitadas por las principales consumidoras de pelucas, Drags y travestis.
Con esto no queremos llamar travesti a la última imitadora que le ha salido, Chistina Aguilera, que para su último disco luce un rubio oxigenado y un flequillo clavadito al de Gaga. Las críticas no se han hecho de esperar, por lo que es muy posible que la Aguilera cambie de look antes del lanzamiento. ¿Volverá a sus extensiones de colores de su época dorada?
la pantera de Figueras lució melena bicolor durante sus dos primeros discos ‘Mónica Naranjo’ y ‘Palabra de mujer’. Acabó con el pelo quemado y maltratado y hoy sigue pagando por su crimen. Parte de esas giras y actuaciones las cubrió con pelucas y postizos con un toque Ruper, que se atribuye tal creación.
Lo cierto es que la Naranjo acabó cansada de su bipolaridad y se sofisticó en Minage. Aún así, en una de sus últimas actuaciones de su segundo álbum hizo un amago de cortarse la melena, en una época en la que se habló y mucho de una posible depresión de Mónica. Tal es así, que en los Premios Amigo de 1998 se quitó la peluca y apareció calva. Sin embargo, no se atrevió a emular la acción de Britney y esta no era sino una segunda peluca.
Divas de hoy que no son sino burdas imitadoras de las reinas de ayer. La lista es larga y va desde el producto patrio al panorama internacional. Hemos mencionado a la Loren, pero no nos olvidamos de su compatriota la Carrá. No podía salir Beyoncé y no hacer alusión a Encarnita Polo, que no sólo se le adelantó con el ‘Paco, Paco’, sino también con las pelucas.
Tampoco nos dejamos en el tintero otras divas del celuloide como nuestra Saritisima Montiel y su homóloga británica Liz Taylor. Compararlas puede ser una herejía pero sus vidas guardan muchas semejanzas. La Taylor gana a Sara en número de bodas, pero nadie supera a la manchega en número de postizos y en bisuta.
Con ellas acabamos la galería, aunque nos quedamos con las ganas de hacerles también un repaso a ellos: los hombres del peluquín.