Tras posponer las cinco primeras citas de su Rebel Heart Tour para dejar todos los cabos de la macroproducción bien atados, Madonna ha dado inicio a su nueva gira internacional en la capital francófona de Canadá, donde el público ha podido asistir al estreno del renovado espectáculo que ofrece la artista.
El show, que pasará por Barcelona el próximo 24 de noviembre, presenta en directo los temas del último álbum de la artista y reinterpreta en diferentes actos los éxitos más representativos de su carrera, a los que también ha añadido alguna que otra rareza -como la versión de ‘La Vie en Rose’ de Edith Piaf- y obviado deliberadamente otros, como los pertenceientes a su álbum ‘MDNA‘.
En cuanto a su puesta en escena, el espectáculo contiene grandes dósis de beligerancia, provocación y paganismo articuladas a través de numerosas autoreferencias, y con una destacada atención, más allá de sus habituales guiños, a la cultura latina e hispana.
Del fastuoso vestuario de la cantante han sido responsables desde una tradicional sastrería de confección de trajes de luces hasta prestigiosas firmas como Gucci, Prada, Alexander Wang, Moschino o Miu Miu, catalizadas desde la óptica de la estilista y frecuente colaboradora de la intérprete, Arianne Phillips.