El bronceado primaveral

Tomates, zanahorias, cremas, toallitas, sprays… Una vez cogido el bronceado deseado, ya sólo queda mantenerlo.

Una protección adecuada y una exposición al sol en las horas menos perjudiciales son la mejor forma de disfrutar del moreno. Sin sacrificar la piel y pudiendo presumir de un color envidiable.