Disfrutar -y presumir- de un cuerpo en forma es un gesto de salud y buenos hábitos. No obstante, practicar ejercicio físico compulsivamente puede esconder problemas de autoestima y control.
Esta foto de la actriz Holy Hunter nos ha hecho reflexionar sobre esta realidad en algunas famosas, -que tampoco tiene por qué cumplirse siempre-. Aunque a veces, de excesivo, hasta resulta desagradable a la vista.
Repasemos algunos casos… Y no olvidéis comentar si no estáis de acuerdo con el análisis que procuramos…
Estaba claro que ella tenía que a aparecer en algún momento en este artículo, por lo que cuanto antes nos la ventilemos, casi que mejor.
De toda la vida Madonna ha probado -y puesto de moda- múltiples tipos de entrenamiento, y nadie le puede negar que con ejercicio y buenos alimentos las pieles se quedan bien sujetas a los músculos a lo largo de los años.
Sin embargo, es cierto que tanta preparación para sus giras a veces le ha pasado factura, pues cuanto más de cerca la miras, más ‘repeluco’ dan esas venas tan hinchadas en la superficie de sus brazos.
En la misma tesitura nos coloca la famosa protagonista de ‘Sexo en Nueva York’. El caso de Sarita(h) se asemeja mucho al de Madonna -…parece que algún entranador físico / dietista está difundiendo por email sus truquis a las famosas…- pero por desgracia, el resultado, de veras que tira pa’trás.
Si observamos su brazo de lado, vemos que es ancho -casi más que su cuello-, pero tampoco es una cosa exagerada -así que cada cual, como más le guste-. No obstante, sus lados interno está lleno de voluptuosidades, fruto del sobre esfuerzo al que han sido sometidos.
Desde hace muchos años también sabemos que Janet Jackson cultiva mucho su físico -entre otras cosas porque cuando no lo hace, tarda menos de un cuarto de hora en ponerse bastante ceporra, la pobre-.
Las esforzadas coreografías de sus giras también necesitan de una forma física óptima para ser ejecutadas. No obstante, no podemos creer que tanta masa muscular como la de la fotografía de la derecha no perjudique seriamente la velocidad y sincronismo de sus movimientos.
Pocos pensaban hace unos años que Jessica Biel, que interpretaba a la cándida y santurrona -pero bien mona- hija del pastor protestante de la edulcorada ‘Siete en el paraíso’, acabaría defendiendo papeles de violenta heroína. Pues sólo hay que ver de qué manera ha modificado su anatomía para conseguirlo.
Por suerte, Jessica presume de unos bíceps hinchados pero no excesivamente marcados -dentro de lo que cabe, más sutiles-. Y para quienes sintáis más curiosidad por ella, añadiremos que también tiene dos piernas ‘duracas’ como columnas dóricas.
No es la primera vez que se utiliza como ejemplo el cuerpo de la eficentísima Hilary Swank para señalar los peligros de los trastornos en la autoimagen. Y sin querer hablar de lo que no sabemos a ciencia cierta, es verdad que alguna vez se la ha visto más delgada de lo deseable.
De hecho, Hillary fue bastante criticada después de la transformación física que atravesó para rodar ‘One Million Dollar Baby’, pues daba la impresión de querer conservar vivo -y bien mazado- a su personaje más allá de la película -vaya, lo mismo que le ocurrió tras ‘Boys Don’t Cry’-.
¡Pero qué temos que añadir a la Sporty Spice, si con su apodo ya lo dice todo! Melanie Chrisholm inspiraba a las niñas y niños de los noventa a practicar deporte, mientras sus compañeras de conjunto se dividían en la promoción de plataformas de corcho y otros complementos imposibles.
Mel C, de la que tenemos que recordar que también atravesó una época más ‘dejada’ y otra con trastornos alimenticios, ha conseguido moldear su cuerpo sin que resulte excesivamente hinchado -pero con ese puntito de fortaleza que, cuanto menos, tiene que dar seguridad a su vera-.
Fue icono indiscutible de belleza en la década de los ochenta, con morbosísimos golpes de efecto que la convirtieron en sex symbol para gran parte de la audiencia a éste y al otro lado del Atlántico.
Con el riesgo inherente a perder un éxito que consiguió de una manera fan fugaz, Brooke ha intentado miles de veces reciclarse dentro de su carrera. Y tampoco ha dejado que el paso de los años deje cambios evidentes en su físico, que aunque ahora sea un poco más rudo, es igualmente cautivador.
Terminamos este repaso con otra Spice, que si durante la época en la girlband se ganó a pulso la fama de fresca y jamona, en cuanto la abandonó se dió al ejercicio y la dieta más estricta para lucir así de fibrada en la presentación de su primer disco en solitario.
Por suerte Geri ya no se toma el ejercicio tan en serio -pero eso no quiere decir que lo haya abandonado- por lo que ahora disfruta de una silueta firme y tonificada sin resultar tan exagerada.