Esta semana hemos asistido a la intachable salida del armario trans de Andreja Pejic, que se ha definido en varios medios de comunicación estadounidense como mujer transgénero, afirmando al mismo tiempo que su terapia de transición de sexo ya ha comenzado.
La top serbiocrotata se une así a la brasileña Lea T., otra de las indiscutibles caras que favorecen la inclusión del colectivo trans en todo nuestro tejido social, demostrando que su físico es completamente válido para industria de la moda, y ellas merecedoras de todo el éxito profesional.
A poco que hayas visto a Andreja en alguna entrevista, queda patente que su fuerte no es ni la elocuencia ni la capacidad divulgativa: Su existoso desempeño responde clara y adecuadamente a su proyección estética. No obstante, la modelo ha sabido presentar su historia como nadie, evitando cualquier clase de afectación suferflua que alimentara el sensacionalismos de los medios de comunicación.
Esto es debido a su gran acierto al confiar en la organización norteamericana GLAAD, que lucha contra la creación de falsos estereotipos sobre la comunidad LGTB en los medios generalista. Junto a un grupo de trabajo, Andreja pudo dirigirse a la audiencia americana desde la honestidad y el sentimiento de solidaridad con el colectivo trans, como queda claro en la siguiente e inspiradora declaración:
Quiero compartir mi historia con el resto del mundo porque creo que tengo la responsabilidad social de hacerlo. Estaba orgulloso de tener una carrera no definida por el género, pero mi mayor sueño siempre fue estar a gusto con mi propio cuerpo’.